Imaginemos esta situación hipotética: nos llama la madre de Pedro, compañero del instituto de nuestro hijo, y nos afirma que nuestro querido adolescente fuma porros, que ella lo ha visto. Puede que nuestra primera reacción sea: “Imposible. Mi hijo no consume esas sustancias”. ¿Pero qué ocurre si es cierto lo que nos ha contado la madre de Pedro?

Cómo actuar si pillo a mi hijo fumando porros

En el caso de tener la sospecha de que nuestro hijo fuma, es complicado saber por dónde empezar. La educadora social Anais López nos aconseja que el primer paso sea “empezar por nosotros e identificar cómo nos sentimos en ese momento, para después poder actuar de la mejor manera que sepamos y podamos”.

Para ello es importante “preguntarnos cómo nos sentimos y tener un poco de autocontrol, no dejarnos secuestrar por las emociones que en ocasiones nos hacen decir y/o hacer cosas de las que muchas veces nos terminamos arrepintiendo. Es necesario actuar con serenidad y no dramatizar”, explica la educadora social.

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