Los hongos han desempeñado un papel importante a lo largo de la historia, sirviendo tanto de alimento como de medicina, al tiempo que facilitan profundos viajes de consciencia. En la actualidad, existe un creciente interés mundial por la psilocibina, un compuesto activo que se encuentra en varias especies de setas psicoactivas. Los hongos que contienen psilocibina están siendo investigados por su potencial para abordar diversos problemas de salud mental como la depresión, las adicciones, el TEPT y el afrontamiento de enfermedades terminales. Estos esfuerzos de investigación están apoyando una nueva era de exploración sobre las capacidades medicinales y transformadoras del reino fungi.

Sin embargo, al igual que la psilocibina no representa la totalidad de las «setas mágicas», aún nos queda mucho camino por recorrer para comprender cómo estos hongos pueden influir en el vasto abanico de la experiencia humana. La esfera psicodélica necesita abordar las disparidades en la investigación, en particular la histórica infrarrepresentación de las mujeres y las personas de color en los estudios. Es crucial incluir diversos grupos demográficos para garantizar que la investigación refleje la diversidad del mundo en que vivimos. Por ejemplo, hay indicios de que los hongos que contienen psilocibina pueden resultar beneficiosos para atajar enfermedades específicas de la mujer como las dificultades menstruales, el síndrome premenstrual, la endometriosis, los problemas hormonales y la disfunción sexual.

Leer el artículo completo en iceers.org