El Ministerio del Interior tiene activado desde el pasado 1 de julio un plan nacional especial para combatir el aumento de la venta de drogas a jóvenes durante el verano en los principales centros de ocio, sobre todo en los ubicados en zonas turísticas. El dispositivo responde a la constatación de que las redes de menudeo de estupefacientes aprovechan los meses estivales para multiplicar el tráfico entre los jóvenes desplazándose a sus principales lugares de reunión.
Las medidas preventivas y represivas serán ejecutadas por unidades policiales creadas al efecto, que perseguirán de una forma especial el tráfico de drogas sintéticas como el éxtasis, cuyo consumo entre los jóvenes vive un gran incremento y ha provocado varias muertes, y la venta de alcohol a los menores de edad.
La Secretaría de Estado de Seguridad, dirigida por Antonio Camacho, emitió una instrucción el pasado 22 de junio en la que ordena a las direcciones generales de la Policía y la Guardia Civil y a todas las delegaciones del Gobierno del país que organicen en sus territorios, de 1 de julio a 31 de agosto, estas unidades específicas, en las que les pide que no incluyan a especialistas antidroga, para dejar trabajar a estos profesionales en sus investigaciones y operaciones habituales, con independencia de que los «estupas» presten apoyos puntuales o asesoramiento.
Lugares de actuación
El punto fundamental en el que trabajan ya estos equipos son los grandes centros de ocio, los recintos festivos, las discotecas o las concentraciones de locales de copas.
La orden pide a los organismos oficiales que diseñen su propio mapa de riesgos desde el conocimiento de su territorio y que impliquen en la operación a las policías locales y a los cuerpos autonómicos a través de las reuniones de las juntas locales de seguridad para multiplicar la efectividad.
Las redes
Las instrucciones de Interior indican que en la ejecución del plan no debe olvidarse que el objetivo no son los jóvenes que acuden a los lugares de esparcimiento sino las redes de menudeo que operan en ellos y los hosteleros y vendedores que suministran alcohol a menores.
La orden insta a ser especialmente duro, incluidas inspecciones oficiales y las sanciones administrativas correspondientes, con los establecimientos que toleren de forma habitual el consumo público de drogas o que suministren indiscriminadamente alcohol a menores.
No obstante, aclara que la detección de determinados comportamientos ilícitos, como el consumo público de drogas ilegales o la conducción bajos los efectos del alcohol o las sustancias estupefacientes, deberán evitarse y recibir la sanción correspondiente por los agentes.
Interior insta a los cuerpos de seguridad a aumentar, «en la medida de su disponibilidad», la presencia de agentes contra el menudeo en los centros de ocio de su territorio y a que un importante número de agentes vistan de uniforme, por considerar que son «un elemento disuasorio (del tráfico y consumo) de primer orden». De todas formas, también pide que se establezcan mecanismos para obtener información sobre la forma de operar de las redes de menudeo, con el objetivo de desmantelarlas.
La instrucción de Interior, con objeto de valorar para años sucesivos los resultados de la operación especial y sus fallos y aciertos, pide a la Policía y la Guardia Civil que elaboren una memoria del plan, desglosada por regiones y provincias, que tendrán que entregar en la Secretaría de Estado antes de 20 septiembre.
Este resumen de la operación deberá incluir un cuadro estadístico con el trabajo realizado y los efectos obtenidos, que seguirá un modelo único protocolizado, para permitir sacar conclusiones y facilitar las comparaciones en los análisis. El consumo aumenta en verano entre los jóvenes al desplazarse las redes a sus lugares de reunión.