El tráfico de drogas vía Internet se ha convertido en uno de los modos más habituales de conseguir éxtasis gracias a la ausencia de controles policiales. Entrar en un chat es suficiente para que un número considerable de cibertraficantes se pongan en contacto con el interesado y le faciliten drogas de diseño a la carta. Los servicios informativos de Onda Cero descubrieron una conversación en la que un internauta ofrecía su número de teléfono para vender este tipo de pastillas.

Durante la operación de venta, el camello ofreció éxtasis conocido bajo el nombre de 007, que según sus propias palabras «son compatibles con el consumo de alcohol». El traficante incluso dio algunos consejos sobre cómo introducir éxtasis en una discoteca cuando hay presencia policial. «Es fácil- apuntó- utiliza una cartera o bolsa y guárdala en algún lugar cercano a la puerta. Cuando pases el control de acceso la recoges». Al conocer esta conversación, el gerente de la Agencia Antidroga de Madrid, José Manuel Torre£íZa existencia de tráfico de éxtasis en Internet y que las fuerzas de seguridad nacionales tomarán las medidas para erradicar el problema.

Por otra parte, el delegado del Plan Nacional sobre drogas, Gonzalo Robles, aseguró que existen muchas dificultades para controlar este tipo de operaciones. «Se está trabajando para minimizar los daños que pueda provocar en la red», aseguró.

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El Grupo Parlamentario Socialista ha presentado una Proposición no de Ley en el Congreso en la que reclama mayor información y prevención ante el consumo de drogas de diseño. La iniciativa insta al Gobierno a poner en marcha una campaña que incremente la información sobre este tema. Asimismo, pide que desde el Plan Nacional sobre Drogas se impulse un marco de colaboración entre el Gobierno, las Comunidades Autónomas y la Federación de Municipios para una actuación coordinada en esta materia. A juicio de los socialistas, «hay muchos lugares en los que existe una gran desinformación sobre las drogas de diseño y un inexistente control de su tráfico. Las muertes en el -Martín Carpena de Málaga no son más que una señal de alarma».