Desde el pasado 8 de julio, la Asociación Provincial de Jugadores de Azar en Rehabilitación de Linares (Aplijer) tiene en su poder la resolución que la convierte en centro de tratamiento ambulatorio. «Es el reconocimiento a los dieciocho años de trabajo y al sistema de autoayuda y ayuda mutua que utilizamos», ha declarado el presidente de la asociación, Martín Valero.

Fue el pasado 5 de junio de 2008 cuando el director provincial de Drogodependencias, Andrés Estrada, y la delegada de Igualdad y Bienestar Social, Carmen Álvarez, anunciaron la conversión de la asociación en centro de tratamiento durante su visita a la ciudad para presentar el Plan Provincial de Drogodependencias.

Hoy, más de un año después, Aplijer ve cumplido un sueño por el que llevan luchando más de tres años, cuando comenzaron a trabajar en la nueva sede del colectivo -hoy sito en la calle Bailén-, con el objetivo de que, al llegar la posibilidad de convertirse en centro, se cumplieran todos los requisitos exigidos por la Junta de Andalucía.

Así, durante los últimos meses, los responsables de la asociación han recibido la visita de varios inspectores que han revisado las instalaciones y han dado su visto bueno para que la consejería de Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía otorgara la autorización permanente de funcionamiento como «Centro de Tratamiento Ambulatorio Exclusivo de Juego Patológico Dependiente de Aplijer» (Resolución de 2 de julio de 2009).

Otro de los requisitos a cumplir por parte de la asociación era el poseer como mínimo un psicólogo y un trabajador social, pero esto no ha sido un problema, ya que «ambos profesionales trabajan con nosotros desde hace años», ha informado Valero.

El próximo sábado, en Loja (Granada) firmarán el concierto con la entidad autonómica por el que la asociación se compromete a tratar, como mínimo, a cuarenta enfermos de juego patológico al año durante dos años y medio.

Familiares

El contrato, con una duración de dos años, no incluye el tratamiento a familiares, una característica terapeútica de la asociación, que en sus dieciocho años de funcionamiento en la ciudad, ha ofrecido tratamientos de rehabilitación tanto a los enfermos como a sus familiares más directos, «puesto que entendemos que sufren directamente la enfermedad y son una parte indispensable en la recuperación del enfermo», ha dicho el presidente de Aplijer. Por tanto, la asociación buscará financiación externa y todos los medios necesarios para poder seguir tratando a los familiares de forma paralela al enfermo desde el centro.

Desde octubre de 2008 hasta finales del mes de junio, la asociación trata a un total de treinta y siete personas -tres de ellas mujeres- con una media de edad de treinta y cuatro años que padecen ludopatía u otras adicciones no tóxicas como son «el móvil, internet o la compra compulsiva», según Martín Valero.

Son estas tres últimas adicciones las que más preocupan a la entidad, ya que son conscientes, a través de la experiencia aportada por otras asociaciones autonómicas y nacionales, que a corto plazo «aumentarán el número de enfermos con estas patologías que acudan a nosotros, por lo que ya nos estamos preparando para poder atenderlos convenientemente».