Según la Encuesta de Salud de Andalucía, el descenso de la prevalencia de tabaquismo en la provincia es mayor que en las del resto de Andalucía y se sitúa, de acuerdo a los últimos datos de los que se dispone en el 28,63 %, mientras que por ejemplo en provincias como Huelva, Granada o Málaga se ha producido incluso un incremento de la prevalencia de fumadores. Josefa Rojas, técnico de Atención en Tabaquismo del distrito sanitario Jerez-Costa Noroeste, asegura que el descenso se ha conseguido a través de la puesta en marcha de una serie de medidas en los centros de salud, que ofrecen a los fumadores la posibilidad de terapias individuales y grupales para dejar este hábito. «Cualquier jerezano que quiera dejar de fumar con ayuda puede acudir a su centro», anima. Además se atiende a las mujeres gestantes que aún no han abandonado su hábito con un seguimiento especializado para ellas desde Jerez-Centro con una psicóloga especialista en el tema y se cuenta con un teléfono (900850300), que es atendido igualmente desde Jerez Centro para las personas que quieran deshabituación y presenten movilidad reducida o bien estén en situación de dependencia, con barreras de accesibilidad geográfica u horaria o simplemente pacientes que prefieren esta modalidad de tratamiento. Alrededor de mil jerezanos intentan en la actualidad dejar el tabaco con ayuda médica.
La prevención es otra de las patas del Plan Integral de Tabaquismo en Andalucía. Desde el distrito sanitario se desarrolla un programa, «A no fumar me apunto», en institutos dirigidos a profesores, alumnos y familias.
Josefa Rojas es la directora de un estudio que presentará en Lima (Perú) durante el Congreso de la Asociación Latinoamericana del Tórax que se celebrará del 2 al 5 de octubre. En la investigación sobre las diferencias en las causas y edad de muerte en pacientes de hospitales españoles en función del hábito tabáquico, han participado además del centro sanitario de Jerez, los hospitales Costa del Sol de Marbella, Infanta Elena de Huelva, el hospital de Guadalajara, el de Galdakano (Vizcaya), Puerta del Hierro de Madrid, San Pau de Barcelona, Inca de Mallorca, el de Granollers, Sabadell, Negrín de las Palmas de Gran Canaria y el de Alcobendas.
Teniendo en cuenta que el tabaquismo es el factor de riesgo susceptible de ser prevenido que más mortalidad causa en los países desarrollados, el objetivo de este estudio fue medir el impacto en cifras de mortalidad, causas y edad de muerte distinguiendo por tabaquismo activo en el momento de ingreso y status de ex fumador o no fumador.
En el estudio retrospectivo se incluyeron a todos los pacientes fallecidos en los hospitales donde trabajan los respectivos integrantes del equipo investigador (Comunidades de Andalucía, Madrid, Canarias, Baleares, Castilla la Mancha, Cataluña y País Vasco), durante los meses de enero, abril, julio y octubre de 2008, representativos de las distintas estaciones del año. De cada paciente se recopiló una serie de datos mediante un cuestionario preestablecido. Dicho cuestionario contemplaba: edad, sexo, hábito tabáquico (fumador, no fumador, ex fumador, número cigarrillos, paquetes/año), causa del éxitus y diagnóstico previo de enfermedades respiratorias.
En total se recogieron datos de 2.826 defunciones en los hospitales participantes (56% hombres, 44% mujeres), de los cuales 332 estaban diagnosticados previamente de EPOC, 82 de asma y 249 de otras patologías respiratorias. La edad de los pacientes en tabaquismo activo en el momento del ingreso mostró diferencias con los enfermos ex fumadores y con aquellos no fumadores (64 años en el primer caso, 76 en el segundo y 77 en el tercero). Se encontraron también diferencias en sexo y en causas de muerte entre enfermos con antecedentes de consumo de tabaco y pacientes no fumadores, siendo en los primeros el origen tumoral la primera causa de muerte. El fallecimiento por problemas respiratorios relativos a EPOC fue más frecuente en el grupo de ex fumadores.
Los autores del estudio afirman que «el tabaquismo parece disminuir la esperanza de vida. Se documenta que los pacientes con tabaquismo activo en el momento del ingreso que supuso su fallecimiento tienen 13 años menos en comparación con no fumadores. Los pacientes ex fumadores casi igualan en edad a este último grupo». Además las personas fallecidas que han presentado hábito tabáquico presentan mayor frecuencia de tumores como precipitantes de fallecimiento y problemas respiratorios que lo no fumadores.