La lactancia materna puede compensar los efectos perjudiciales del tabaco durante la gestación en el cerebro de los niños, según un estudio coordinado por la Dra. Laura Batstra, del Hospital Universitario de Groninga, en Holanda, que se publica en el último número del «Journal of Epidemiology and Community Health».

Los investigadores analizaron los datos de 570 niños de los más de 3.000 nacimientos que se produjeron en su hospital entre 1975 y 1978. Se recogieron los hábitos tabáquicos de las madres hasta que los niños cumplieron 9 años. Además, se seleccionaron las madres que amamantaban a sus hijos cuando se les dio el alta. Cuando sus hijos cumplieron 9 y 25 años volvieron al hospital para contestar un cuestionario. Sólo los niños cuyas madres fumaron durante el embarazo y se alimentaron con leche maternizada mostraron peores resultados en el colegio.

Según los autores del trabajo, la lactancia materna puede tener algunos aspectos psicológicos que influyen en el desarrollo cognitivo del niño. Otra posible explicación es que los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga que contiene la leche materna pueden promover el desarrollo cerebral y remediar los efectos nocivos que ejerce el tabaco en el desarrollo fetal. Por eso, recomiendan a las madres fumadoras la lactancia materna.

Journal of Epidemiology and Community Health 2003; 57: 403-404