El Gobierno ha decidido hacer frente al consumo abusivo de alcohol, sobre todo entre los jóvenes, elaborando un texto que incluye desde la prohibición de beber alcohol en la calle (fenónemo conocido como el «botellón») a imponer duras limitaciones a la venta de estas bebidas en todo tipo de establecimientos. Asimismo, prohíbe la publicidad de alcohol en determinadas páginas de los periódicos y en la radio, donde no se podrá insertar ningún anuncio de este tipo de productos desde las ocho de la mañana hasta las diez de la noche.

El borrador del anteproyecto de ley de Prevención del Consumo de Alcohol, elaborado por los ministerios de Interior y Sanidad, hace hincapié, al igual que hiciera con la televisión, en la necesidad de erradicar cualquier anuncio radiofónico sobre alcohol en la citada franja horario, y limita al completo la publicidad en aquellos programas infantiles o juveniles independientemente de la hora de su emisión. Entre las 22.00 y las 8 horas, los anuncios de bebidas alcohólicas no podrán superar el 15% del tiempo total dedicado a la emisión de publicidad.

En prensa, la prohibición se limita a anuncios en la primera página y en la contraportada, así como en las separatas o encartes, en las secciones infantiles o juveniles. En ningún caso estos anuncios podrán superar más del 25% de una página, ni el 15% del espacio total que la publicación dedique a publicidad. Estas limitaciones se extienden también a Internet.

La Asociación Española de Radiodifusión Comercial ha pedido una reunión urgente con el ministro del Interior, Mariano Rajoy, al considerar «exageradas y drásticas» estas prohibiciones. Su portavoz, Alfonso Ruiz de Asín, explicó que ellos comparten cualquier limitación referida a la publicidad en espacios dedicados a los jóvenes, pero no están de acuerdo en la prohibición de insertar anuncios en los espacios con un público adulto, máxime cuando lo que se publicita son productos legales. Sin olvidar, indicó Ruiz de Asín, el daño económico que supondría la aplicación de esta norma para los medios de comunicación privados.

Las limitaciones publicitarias de productos alcohólicos van más allá. Tampoco podrá insertarse publicidad en el interior o exterior de los transportes de uso público, incluyendo estaciones de tren, aeropuertos, puertos y autobuses de viajeros. Tampoco en la vía pública, excepto los rótulos propios de los centros de distribución y venta, ni en los recintos deportivos. Sí se permite, sin embargo, en estos recintos la publicidad estática y la del patrocinador.

El anteproyecto del Gobierno no sólo limita el consumo de alcohol en la calle sino también en los centros de trabajo, estableciendo sanciones de hasta 24 fines de semana de trabajos sociales para quien incumpla la norma. Los menores que consuman alcohol en la vía pública serán sancionados con trabajos de interés social entre 4 y 24 fines de semana. Si se es mayor de 18 años, se podrá ser castigado con multas de hasta 600 euros y se le impedirá visitar lugares de ocio, espectáculos deportivos y establecimientos donde se venda alcohol, durante un plazo de entre uno y seis meses.

El texto establece la prohibición de «cualquier forma de venta de todo tipo de bebidas alcohólicas» a los menores de 18 años (ahora está en los 16 años).