No encienden ni dan caladas a los cigarrillos pero se someten pasivamente a los efectos tóxicos del humo. El tabaquismo pasivo es la tercera causa de muerte evitable en los países occidentales y, según una nueva encuesta, en España afecta a la mitad de los no fumadores.

A partir de las contestaciones de 6.500 sujetos, procedentes de todas las comunidades autónomas, la Fundación Respira de la Sociedad Española de Neumonía y Cirugía Torácica (SEPAR) establece las características principales del fumador pasivo de nuestro país.

El trabajo estudia, entre otros factores, la presencia de humo en el trabajo, los centros educativos, de ocio y el hogar. Y, como primera conclusión, señala que un 49,5% de las personas no fumadoras respira habitualmente el humo de los cigarrillos.

Más de una tercera parte (37%) se ve expuesta en los lugares de ocio, mientras que un 30% lo está en sus casas y un 25% en el trabajo. Además, algunos fumadores pasivos pueden ejercer su condición en más de un ambiente: «Uno de cada cuatro (24,9%) soporta el humo en más de dos entornos y el 2,8% en tres».

En la oficina y en casa

En una jornada laboral, el 40% de los trabajadores no fumadores inhala humo de tabaco durante más de cuatro horas y un 9% supera las ocho horas. Más de la mitad se ha sometido a este tipo de contaminación ambiental a lo largo de más de cinco años y la mayor parte de ellos se expone a los «malos humos» de más de una persona.

Los hogares son el segundo lugar con mayor índice de exposición. El 29% de los sujetos habita en una casa con humo y el 24% la comparte con más de un fumador. En este entorno, las embarazadas y los menores de 13 años son los colectivos más afectados ya que un 26% y un 41%, respectivamente, convive con alguien que fuma.

Estas cifras de tabaquismo pasivo infantil constituyen uno de los resultados más alarmantes, según reconoce la SEPAR. Además de ser los que más se exponen en el hogar, un 17% de los escolares soporta el humo ambiental en sus colegios.

«La población más joven, con más horas de ocio, es la que más exposición padece. Sin embargo, es el lugar de trabajo donde se inhala el humo de cigarrillos durante más horas», matiza el documento.

Los datos de la encuesta también revelan que la mayoría de las personas (un 95%) es consciente del riesgo que el tabaquismo pasivo supone para su salud, aunque tan sólo un 11% se queja del humo.

Efectos sobre la salud

José Luis Álvarez-Sala, presidente de la SEPAR, destaca que «estamos hablando no sólo de molestias, sino de problemas de salud potencialmente graves e importantes, que derivan del hecho de no respetar los derechos de los no fumadores». La Fundación Respira enumera algunos de estos riesgos:

  • Someterse al humo del tabaco durante una hora equivale a fumar a tres cigarrillos. Esta exposición «supone un riesgo para las personas con problemas respiratorios o cardíacos y empeora trastornos preexistentes, como el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o la bronquitis crónica»
  • Un 30% más de posibilidades de sufrir cáncer. Una revisión de distintos estudios, realizada por una agencia dependiente de la Organización Mundial de la Salud, señala que el humo ambiental -compuesto por casi 5.000 sustancias tóxicas- aumenta la probabilidad de padecer cáncer de pulmón y podría contribuir al desarrollo de otros tumores, «como el de estómago, hígado, riñón y cuello uterino, además de la leucemia mieloide».
  • El 75% del humo de un cigarrillo, que procede de la combustión de las caladas, queda disperso en el aire y afecta al fumador pasivo. Según estudios recientes, este humo es el que contiene la mayor concentración de sustancias tóxicas.
  • Más riesgo de cardiopatía. En algunas investigaciones, «existe evidencia suficiente como para asegurar que la exposición pasiva al humo del tabaco aumenta el riesgo de padecer una cardiopatía isquémica».
  • Más predispuestos a enfermar en la infancia. Se han descrito casos de bronquitis agudas, laringotraqueítis, neumonías y otitis media crónica.
  • Agrava los episodios de asma y parece que también favorece la aparición de nuevos casos.
  • También existen datos científicos sobre menor fertilidad y retraso de la gestación en fumadoras pasivas. De hecho, «las mujeres que esperan concebir a través de fertilización in vitro deben evitar el tabaquismo pasivo».