Productores de bebidas alcohólicas se reunirán el miércoles 12 de febrero en Ginebra con representantes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para reflexionar sobre las consecuencias del consumo de este producto en materia sanitaria y de accidentes, según anunció la propia institución.

El encuentro dará lugar a discusiones informales que ya tuvieron lugar durante los últimos seis meses, con algunas de las sociedades de producción de alcohol. Esta iniciativa demuestra la voluntad de la agencia de Naciones Unidas de implicar a todas las partes interesadas en la elaboración de una política de lucha contra las repercusiones del alcohol en la salud pública. El objetivo es avanzar en dos frentes: el alcohol al volante y, como en el caso del tabaco, la promoción comercial destinada a los jóvenes. En el balance de 2002, la OMS situó el alcohol entre los diez principales riesgos para la salud.

El alcohol, a escala mundial, es el origen de 1,8 millones de muertes al año, provoca entre el 20 y el 30% de cánceres de esófago, enfermedades hepáticas, casos de epilepsia, además de incidir en los accidentes de circulación, ataques y homicidios.

«En el mundo, el 5% de fallecimientos de jóvenes entre 15 y 29 años se deben al consumo de alcohol y 140 millones de personas son dependientes», según manifestó la directora general de la OMS, Gro Harlem Brundtland.