Una nueva sustancia sintética altamente peligrosa, el fentanilo, ha comenzado a causar estragos en los mercados de alta demanda de drogas ilícitas y ha hecho sonar las alarmas de la ONU ante el desafío que supone combatirla.

Por primera vez, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) dedica, en su Informe Anual, un capítulo especial a una sola sustancia, el fentanilo: «un opioide sintético 80 veces más potente que la heroína».

Su uso como droga ilícita parece haber derivado de un fuerte aumento del «consumo mundial del fentanilo con fines médicos, que se ha triplicado con creces desde 2000, sobre todo como resultado del creciente uso de parches tradérmicos para tratar dolores agudos».

Es en Estados Unidos, el mayor consumidor de drogas y fármacos, donde se ha detectado el consumo de esta sustancia, con frecuencia letal.

«Motivo de especial preocupación para la Junta es el asunto apreciable del abuso de fentanilo a partir de mayo de 2006 en EEUU», señala el documento.

«El fentanilo se vende como heroína o mezclado con ésta. Los consumidores no tienen idea de la potencia de lo que se inyectan. También han habido casos de uso de una mezcla de fentanilo y cocaína», explica el nforme.

La droga aparece de forma creciente en los mercados callejeros de Europa y Norteamérica, donde se vende bajo diversos nombres e incluso como imitación o adulterante de otras drogas, en particular la heroína, así como en tabletas «cuya forma y logotipo» se parecen a las pastillas de éxtasis.