VIENA. El cannabis «siguió siendo la droga con la que más se traficó y que más se consumió ilegalmente» en 2001 en Europa, según destaca la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de la ONU en el informe oficial que se presenta hoy en Viena. En dicho informe, la JIFE denuncia que en algunos países de Europa ha aumentado la permisividad hacia el cannabis, e incluso se estudia su legalización, lo que en opinión del organismo de la ONU, «sería un error histórico» por parte de las sociedades occidentales.
La JIFE criticó particularmente a Italia, Luxemburgo, Portugal y España por haber despenalizado el cultivo y la posesión de cannabis para uso individual. Asimismo, acusó a Holanda y Suiza de incumplir los convenios de la ONU al permitir la venta de cannabis en los establecimientos conocidos como «coffee-shops» y al querer legalizar parcialmente su posesión. El presidente de este organismo, Hamid Ghodse, denunció además que la tendencia a ser más tolerante con el cannabis que con otras sustancias estupefacientes «mina la ley internacional». «Mientras algunos países se esfuerzan en eliminar el cannabis y en combatir su tráfico ilícito, otros países se decidieron a aceptar su cultivo y su venta en su territorio», lamentó.
La JIFE confirmó también que Europa es una gran fuente de drogas sintéticas de producción ilícita, que son consumidas preferentemente por los jóvenes porque las obtienen con facilidad. Así, en los países de Europa central y oriental se ha registrado en los últimos años «un considerable aumento del tráfico y uso ilícito de drogas, y en toda la región ha crecido la disponibilidad de los opiáceos provenientes de Asia».
España, punto de entrada
En cuanto a la cocaína, el viejo continente fue un año más el segundo mayor mercado ilícito de esa droga, por detrás de Norteamérica y las redes que la introdujeron procedían de América del Sur. El informe revela también que el punto de entrada más importante de esos cargamentos continuó siendo España, seguido de los Países Bajos. Para el órgano de la ONU, «los gobiernos de estos países deben considerar si están empleando la estrategia adecuada para lograr los objetivos fijados» por las Naciones Unidas «y concretamente, el objetivo de reducir el uso indebido de las drogas antes de 2008».