En una presentación ante el Colegio de Medicina Torácica de EEUU, un grupo de investigadores señaló hoy que el funcionamiento pulmonar de personas que fuman o que han dejado de fumar fue mucho mejor cuando se les administró algún tipo de estatina.
Según la Asociación de Dietética de EEUU, las estatinas, que se comercializan con diferentes nombres, ayudan a disminuir el colesterol malo en la sangre y, como consecuencia, el peligro de enfermedades cardiovasculares.
«Hasta ahora, ningún medicamento había demostrado utilidad en la reducción de las lesiones pulmonares causadas por el humo del tabaco», señaló Walid Younis, médico del Centro Médico de la Universidad de Oklahoma.
Younis añadió que su estudio fue el primero en demostrar que las estatinas pueden reducir la declinación pulmonar tanto en fumadores como en quienes han dejado de fumar y que, por tanto, impiden que millones de personas sufran enfermedades debilitantes que podrían culminar en su muerte.
Sus conclusiones se basaron en un estudio realizado a 182 fumadores y 303 no fumadores, todos mayores de 60 años.
De ese total, 319 sufrían obstrucciones pulmonares y otros un funcionamiento pulmonar limitado. En 67 la función pulmonar era normal.
De los 485 voluntarios del estudio, 238 recibían una dosis de estatinas.
Las pruebas de respiración mostraron que los voluntarios a quienes no se administró estatinas sufrieron una pérdida de función así como de capacidad pulmonares, señalaron los autores del estudio.
Eso determinó que los pacientes con obstrucción pulmonar que recibieron estatinas tenían un 35 por ciento menos de probabilidades de ser trasladados a una sala de emergencias o de ser ingresados en un hospital.
«Es concebible que la terapia de estatinas a largo plazo sea útil para impedir o frenar el avance de las enfermedades pulmonares en fumadores y ex fumadores», manifestó Younis.
Sin embargo, el investigador advirtió de que las estatinas no son el remedio de los problemas pulmonares, especialmente del cáncer, causado por el humo del cigarrillo.
«Aunque puedan ayudar en la función pulmonar, no tienen efecto para prevenir que un paciente sufra el ataque del mayor asesino vinculado al tabaco… el cáncer del pulmón. Por tanto, los fumadores nunca deberían perder el incentivo de dejar de fumar», indicó.