Las prohibiciones de fumar en recintos cerrados son efectivas para reducir el riesgo de infartos de miocardio incluso entre fumadores pasivos, al reducir su exposición al humo de terceros, según constata un nuevo informe de un comité de expertos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.

El informe, elaborado a partir de las últimas evidencias recogidas de los efectos de las leyes que prohíben fumar en el lugar de trabajo, restaurantes y bares, viene a confirmar la eficacia de la normativa a la hora de reducir los problemas cardiovasculares. Y es que como explica el Dr. Thomas Frieden, director de los CDC, “el humo de segunda mano mata. Lo que este informe muestra es que las leyes antitabaco reducen los infartos en no fumadores”.

Los CDC solicitaron a un organismo independiente, el Institute of Medicine (IOM), que revisara los estudios sobre leyes antitabaco y de tabaquismo pasivo después de que algunos trabajos sugirieran que las prohibiciones reducían significativamente los infartos de miocardio. El comité de expertos conformado para la tarea revisó material que incluía 11 estudios al respecto en Estados Unidos, Canadá y Europa, mostrando una “consistencia destacable” en la asociación entre prohibiciones y reducción de los índices de episodios cardiovasculares, que según los estudios osciló entre un 6% a un 47%.

“Hay una relación causal –concluye el informe–, y la consistencia corroboró a la comisión de que las prohibiciones de fumar reducen la tasa de infartos de miocardio”.