La nueva legislación sobre el consumo de tabaco no ha conseguido los resultados previstos. Teresa Bazús, nueva presidenta de la Sociedad Asturiana de Patología Respiratoria (Asturpar), tiene una opinión autorizada: “A pesar de que es un gran avance, en Asturias no ha descendido el número de fumadores”. Tampoco la legislación antitabaco ha animado a los asturianos a buscar ayuda médica: solo un 4% de los fumadores han acudido a profesionales para dejar los malos humos. Conclusión de Bazús: “de momento, la ley no ha surtido gran efecto”.
Los médicos reclaman ayuda terapéutica, ya que para la mayoría de los fumadores es más importante el apoyo psicoterapéutico que el económico, señala la presidenta de Asturpar. Ante esta situación ya se buyscan soluciones y el concejo Avilés ha sido elegido como experiencia piloto. Se trata de una subvención del 50 por ciento del tratamiento a los fumadores con una enfermedad crónica que han intentado dejar de fumar y no lo han logrado. “No es cuestión de criminalizar a los fumadores, sino de ayudarlos y controlar la enfermedad; el rechazo conlleva un aumento del consumo”, precisa la doctora Bazús.
Ante el fracaso de medidas punitivas, la pedagogía es una buen aliada para ayudar a combatir el tabaquismo. Por ello, Teresa Bazús menciona las principales enfermedades crónicas. El asma afecta al 5% de los adultos y es la primera patología en los niños. Un estudio reciente llegó a la conclusión de que la enfermedad pulmonar obstructiva crónica ( EPOC) perjudica al 10% de la población mayor de 40 años y sin embargo “apenas lo saben unos pocos y acorta la esperanza de vida”, puntualiza. Pero son las cardiopatías y los tumores las patologías más letales derivadas directamente del tabaquismo. Y entre ellas destaca el cáncer de pulmón, la primera causa de muerte de los varones asturianos.
La doctora Bauzús apuesta por dar pasos más decisivos para lograr que el tabaquismo pierda la batalla. A la penalización del consumo de tabaco que daña a terceras personas, hay que apostar ahora por la didáctica. “Los fumadores tienen que conocer, sin dramatismos, pero eficazmente, que con el tabaco se juegan la vida”, precisa.
Si educar a los asturianos fumadores para que sepan de las consecuencias del tabaquismo, otra asignatura pendiente que Asturpar identifica es “la dificultad para comunicar” de los médicos. Esta sociedad va a tratar de formar a los facultativos para que aprendan a comunicar a sus pacientes los daños del tabaco.“En ocho hospitales americanos, los estudiantes de medicina no entran por su expediente, sino por sus habilidades en comunicación”, relata. No son los médicos los únicos con un papel relevante en esta terea. “El personal de enfermería es clave, porque tiene un contacto directo para transmitir los beneficios de dejar el tabaco”, precisa.
La ley antitabaco está dando la batalla a los malos humos. Pero es insuficiente. Por eso el papel de la medicina preventiva es clave en esta guerra.