¿Es el fármaco la única arma en la lucha contra la droga? Es la pregunta que planeó ayer sobre el XXII Congreso de la Federación Mundial de Comunidades Terapeúticas que mañana concluirá en Palma de Mallorca y que reúne estos días a 1.500 expertos internacionales en tratamientos de desintoxicación e investigación en las diferentes adicciones. Fue el director del Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas (NIDA) estadounidense, Jack Stein, el encargado de formular el interrogante ya que, aunque abogó por incidir en las investigaciones sobre sustancias que ayuden a superar las toxicomanías, advirtió que los fármacos «nunca sustituirán» a las terapias para modificar el comportamiento de los adictos.

Para el experto norteamericano, la búsqueda de nuevos tratamientos es una necesidad porque en casos como la cocaína o las drogas de síntesis no existen sustancias sustitutivas, como sí ocurre con la metadona en el caso de los heroinómanos, que es, según Stein, «un tratamiento muy efectivo».

Además, subrayó también la eficacia de un medicamento sintético eficaz contra los opiáceos, probado con éxito en su país y también en España, la buprenorfina, con ventajas sobre la metadona. No obstante, concluyó el científico, si bien los fármacos son un apoyo fundamental, en la erradicación de las toxicomanías siempre será preciso el tratamiento psicológico, «tal y como hacen las comunidades terapéuticas».

También intervino en el encuentro balear el presidente de la asociación Proyecto Hombre, Albert Sabatés, quien pidió la colaboración social para vencer el «déficit educativo» y asumir el «desafío» de enseñar a los jóvenes a «disfrutar de la vida y superar las dificultades sin hacerse daño ellos y a los demás».