Un 15% de los jóvenes españoles consume cannabis, lo que les sitúa, junto a los franceses (un 19,8%), a la cabeza de la Unión Europea en lo que refiere al consumo de esta sustancia ilícita, según el último Informe Anual de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), presentado en Viena.

Esta agencia de Naciones Unidas alerta de que el cultivo de marihuana ha aumentado en los últimos años en toda Europa. Además, cree que existe una «gran disponibilidad», especialmente entre los jóvenes. Según sus datos, el 46,2% de los jóvenes (personas entre 15 y 24 años de edad) de la UE ha recibido ofertas para comprar esta droga y casi el 30% reconoce que en algún momento de su vida la ha consumido.

La JIFE destaca especialmente aquellos países donde el consumo de esta sustancia afecta a más de uno de cada diez jóvenes: Francia (19,8%), España (15%), Reino Unido (13,4%), Dinamarca (12,2%) y Países Bajos (12,2%). Por contra, los países en los que menos se fuman porros por parte de los jóvenes son Austria, Grecia, Luxemburgo, Portugal y Suecia.

Sumando a estas cifras los niveles de consumo de los adultos, Naciones Unidas destaca los resultados obtenidos en España, Países Bajos y Suiza, donde se han registrado aumentos «significativos». En España, la proporción estimada de la población que realiza un «uso indebido» del cannabis casi se ha duplicado, pasando del 12,2% en 1994 al 22% en 2002.

Por otra parte, la JIFE censura la «actitud ambigua» de los países de Europa Occidental hacia el abuso de drogas ya que, a su juicio, «las autoridades no adoptan medidas contra la incitación al consumo, hábito que puede hasta ser promovido en ciertos medios de difusión». En lo que se refiere al cannabis, apunta, esta situación ha hecho que su consumo se perciba con menor riesgo del real, especialmente entre los jóvenes.

En lo que se refiere a la cocaína, España, los Países Bajos y el Reino Unido siguen siendo los tres puertos principales de entrada en Europa. España ocupa el tercer lugar en el mundo (después de los Estados Unidos y Colombia) en cuanto al volumen de las aprehensiones de cocaína, duplicándose la droga incautada en los últimos diez años. Según los mismos datos, el uso indebido de todas las formas de la cocaína, incluido el crack (variedad de baja calidad asociada a los sectores de población más marginales) también ha aumentado «constantemente» en Europa occidental.

Respecto a la heroína, la JIFE advierte a los Gobiernos de que en los dos últimos años se han producido cosechas de adormidera (variedad de amapola usada como materia prima) «sin precedentes» en Afganistán, por lo que se prevé un incremento de su tráfico y la posibilidad de que se invierta la actual tendencia a la baja en su consumo.

Finalmente, esta agencia de la ONU señala que Europa sigue siendo un importante productor de drogas sintéticas. Según el informe, los Países Bajos son la principal fuente de producción de MDMA (éxtasis). En cualquier caso, la JIFE pide a los gobiernos de todos los países europeos, así como a la Comisión Europea, «que fortalezcan la fiscalización de los precursores químicos y aumenten su cooperación con otros países para prevenir el envío de los productos requeridos» para la fabricación de estas drogas.