El 40% de los niños según la Organización Mundial de la Salud, y el 37% según un estudio de la Sociedad Española de Neumología Pediátrica (SENP) están expuestos al tabaquismo pasivo en el medio familiar y, cuando son asmáticos, pueden empeorar de su asma. De hecho, el 41% de los niños ingresados por crisis asmáticas eran fumadores pasivos  y presentaban una mayor gravedad de las crisis de asma, según el resultado de un estudio realizado en el Hospital Gregorio Marañón cuyos datos se exponen en la carta científica Impacto del tabaquismo pasivo en la función pulmonar y gravedad del asma en la población pediátrica, publicada en Archivos de Bronconeumología, la revista científica de SEPAR.

Asma y tabaquismo pasivo: un mal binomio

El 40% de los niños están expuestos al tabaquismo pasivo en el ámbito doméstico, según la  Organización Mundial de la Salud (OMS), mientras que la prevalencia del asma infantil en España se ha cifrado en un 10%. “Asma y tabaquismo pasivo son un mal binomio, ya que los niños asmáticos sufren de hiperreactividad bronquial y, son más vulnerables a contaminantes ambientales, como el humo de tabaco, que aumenta la inflamación de la vía aérea, la secreción bronquial y la limitación del flujo aéreo”, según el Dr. Antonio Moreno, coordinador del Área de Neumología Pediátrica de SEPAR.

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