La Ciudad Autónoma destinará este año a políticas relacionadas con la prevención y la atención a drogodependientes algo más de 350.000 euros, según dijo ayer el viceconsejero de Sanidad, Miguel Marín. La novedad principal respecto al año 2001 es que dos de las partidas que hasta ahora eran gestionadas por la Fundación de Asistencia al Drogodependiente, que preside Marín, lo serán a partir de ahora directamente por parte de Bienestar Social. El viceconsejero dice sentirse «orgulloso» por la atención que desde el Gobierno de la Ciudad se está prestando a los drogodependientes.

Todos los miembros de la Junta Rectora de la Fundación de Asistencia al Drogodependiente aprobaban recientemente por unanimidad el presupuesto con el que contará este año la Ciudad Autónoma para la atención a drogodependientes y la puesta en marcha de políticas tendentes a la prevención, según explicó ayer el presidente de dicha Fundación, Miguel Marín.

Éste informó de que dos de las partidas con las que contaba el año pasado la Fundación, una de 66.000 euros para acciones contra el SIDA y otra de 36.000 euros procedentes de los fondos de decomisos que destinaba a Melilla el Ministerio del Interior, serán gestionadas directamente por Bienestar Social. No obstante, dijo Marín, el Gobierno local ha hecho un esfuerzo «importantísimo» en esta materia y ha dotado a la Fundación de una partida de 250.000 euros para la prevención y la atención al drogodependiente.

En materia de prevención, el viceconsejero informó de que continúa la campaña de sensibilización sobre el consumo de drogas legales mediante el reparto de un libro editado al efecto entre todos los escolares de Melilla en el que se les informa de los efectos psicológicos y físicos que acarrea el consumo de cualquier sustancia estupefaciente.

También se va a desarrollar un programa de hábitos saludables la primera fase del cual se sufragará con el dinero procedente de los decomisos y la segunda con una partida específica de la Fundación.

Se van a impartir cursos entre el profesorado sobre prevención y salud para que a continuación los docentes den a conocer los conocimientos adquiridos entre sus alumnos. Así mismo, la Ciudad va a adquirir material de apoyo para complementar dichos cursos.

El viceconsejero informó igualmente de que con la colaboración de la Viceconsejería y el Ministerio de Educación se va a elaborar un proyecto con el fin de buscar «alternativas» a los jóvenes para los fines de semana, con el fin de encontrar actividades alternativas al «botellón».

Marín indicó igualmente que hoy mismo se firmará el convenio con Cruz Roja que desde hace años viene gestionando el Centro de Atención al Drogodependiente (CAD), en el que en estos momentos son atendidas unas 150 personas. Marín aprovechó para expresar su agradecimiento a la entidad humanitaria por la labor que ha venido desarrollando hasta ahora con estos enfermos.

También señaló que la Ciudad seguirá colaborando con el Centro Penitenciario en la atención que allí se dispensa a los internos drogodependientes y que desde la Fundación se pretende suscribir algún tipo de acuerdo con comunidades terapéuticas de Melilla como la que tiene el centro Betel, que según sus noticias va a presentar un proyecto para la reinserción de los toxicómanos.

Aprovechó Miguel Marín para anunciar que el curso sobre reinserción socioeducativa y laboral que se están llevando a cabo en estos momentos en el Fuerte Camellos, donde un grupo de toxicómanos está aprendiendo a tejer, no sólo continuará, sino que se complementará con otro de orientación laboral en el que se enseñarán a estas personas estrategias para que les resulte más fácil encontrar un empleo.

Por último, el viceconsejero de Sanidad y Consumo señaló que si bien Melilla se encuentra en la media nacional de consumo de droga, las de síntesis no se han generalizado.