La Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), a través de la Facultad de Trabajo Social (FTS), está ofreciendo a los profesionistas y terapeutas el “Diplomado en Educación para Atención en Adicciones”, en coordinación con el Instituto Integral de Adicciones “CALTZA”.

Fue la directora del plantel, Ana María Álvarez del Castillo, quien explicó que el problema del consumo de drogas es, en esta década, una de las principales preocupaciones de la sociedad mexicana y de la comunidad internacional.

La entrevistada manifestó que el objetivo del diplomado es capacitar a expertos en la actuación profesional en diferentes campos como el individual, familiar, laboral y el comunitario, para que se ofrezcan asesorías, consultorías y terapias en problemas que se derivan del uso y el consumo de drogas.

La funcionaria educativa también explicó que la gravedad en el consumo de drogas tiene su historia y proviene desde la década de los años 60, cuando ciertos grupos comenzaron a protestar ante la estructura social imperante simbolizada, pero actualmente el aumento en el uso y consumo de drogas se está ubicando en la nueva aparición de nuevas modalidades como son las sintéticas.

Otro de los efectos en el aumento de la existencia de las drogas ha sido el cierre de la frontera norte en México, y es un hecho imperante de que existe una problemática significativa en el país, por lo que existe una gran necesidad de formar profesionales que estén interesados en incidir en cada una de sus áreas, con programas acertivos y medibles de prevención, tratamiento y reinserción social, y temas abordados en el presente en cuestión.

Cabe mencionar que las estadísticas en Durango, y según información del Instituto de Salud Mental del Estado, de 100 personas que se someten a un tratamiento, solamente cuatro se recuperan. Por otro lado, las cifras de Centros de Integración Juvenil (CIJ) indican que de una persona que busca ayuda y se interna en un centro de rehabilitación, hay otras nueve que no lo hacen.

Solamente durante el 2006 se atendió a 265 personas, de las cuales se estima que quedaron sin algún tratamiento más de dos mil 120.