Un 0,4% de los brasileños consumen cocaína, una pequeña proporción que parece contradecir afirmaciones de Estados Unidos sobre un uso masivo de la droga en este país, dijeron funcionarios de la ONU el miércoles.

Brasil, la nación más grande de América Latina, es sólo el cuarto consumidor de cocaína en la región, de acuerdo con datos divulgados el miércoles y que son parte del reporte mundial 2004 de la Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Crimen (UNODC).

Las cifras contradicen afirmaciones del Departamento de Estado estadounidense que Brasil es el consumidor de cocaína más grande del mundo después de Estados Unidos, donde 3% de la población usa la droga.

Con 183 millones de habitantes, Brasil tiene más consumidores de cocaína que otras naciones latinoamericanas, pero el porcentaje de brasileños que la utiliza es bajo.

«Si vemos la prevalencia en términos de población, podemos decir en términos de cantidad de droga consumida que Brasil es el más grande» de América Latina, dijo Giovanni Quaglia, representante de la UNODC en Brasil y el Cono Sur.

Brasil no produce cocaína pero es un punto importante de tránsito para la cocaína que va de Colombia, Bolivia y Perú, que ingresa al país a través de la vasta frontera amazónica. La mayor parte de esa droga va a Europa.

En los últimos años, el número de consumidores de cocaína en Brasil ha crecido, alimentando el aumento de bandas de traficantes fuertemente armadas en las barriadas, o favelas.

Quaglia dijo que Brasil debería hacer del tratamiento a los adictos una prioridad.

«El gran problema en Brasil es la inversión en programas de salud pública en el tratamiento», dijo Quaglia, destacando que a Europa le tomó casi 25 años para desarrollar esos planes.

Indicó que tales inversiones también tienden a reducir la violencia y la criminalidad relacionada a las drogas.

Según el reporte, Brasil es el primer consumidor de éxtasis, el tercero de anfetaminas y el quinto de marihuana.