Una encuesta realizada por CCOO junto a la Universitat Autònoma de Barcelona determina que el 36,7% de los empleados ha afirmado que su salud ha empeorado desde marzo y el 55,1% apunta que tiene una «mala salud mental».

La pandemia ha provocado el aumento del uso de tranquilizantes entre los trabajadores, según se desprende de la encuesta Condiciones de trabajo, inseguridad y salud en el contexto del COVID-19 realizada por CCOO junto a la Universitat Autònoma de Barcelona.

El estudio señala que el 21,5% de los participantes en la encuesta ha consumido tranquilizantes, sedantes o somníferos durante el último mes -la mitad de ellos son nuevos-, el 36,7% ha afirmado que su salud ha empeorado durante la pandemia y el 55,1% apunta que tiene una «mala salud mental».

Según la encuesta, también se ha duplicado el porcentaje de personas que han trabajado con altas exigencias (44,3%) en relación con los valores de 2016 (22,3%).

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