La exposición prematura a las pantallas tiene consecuencias sobre el desarrollo cerebral y sobre diferentes partes del organismo. Así lo corrobora la evidencia científica, que hasta hace unos años era más bien escasa. Así la Asociación Española de Pediatría acaba de actualizar las recomendaciones en cuanto al uso de las pantallas por parte de la infancia. Lo más destacado es que eleva la recomendación de evitar la exposición a estas hasta los 6 años de edad. En la siguiente infografía explicamos en qué repercute el abuso de pantallas en la primera infancia:

Por este motivo la AEP hace las siguientes recomendaciones por edades: 

0 a 6 años:
● Cero pantallas, no existe un tiempo seguro.
● Como excepción y bajo supervisión del adulto se puede usar para el contacto social con un objetivo concreto. Por ejemplo, que la persona que está al otro lado de la pantalla le cuente un cuento o le cante una canción.

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