El ocio y la diversión forman parte de la sociedad contemporánea y se aceptan como fundamentales en la vida social. Los jóvenes necesitan tiempo de ocio y diversión para conseguir un desarrollo personal completo.
En la mayoría de las sociedades, sin embargo, el ocio aparece ligado al consumo de alcohol: este se suele utilizar a menudo para celebrar un acontecimiento o para separar el tiempo de trabajo del tiempo de ocio. Concretamente, en Europa, las actividades lúdicas realizadas por jóvenes en su tiempo de ocio suelen estar relacionadas con el alcohol y otras sustancias psicoactivas.
En su socialización, los jóvenes asimilan desde una edad muy temprana (la adolescencia) que el alcohol es indispensable en cualquier fiesta, formando parte incluso de una especie de rito de iniciación a la adolescencia.

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