El consumo de alcohol en España constituye un serio problema de salud pública. Según el informe 2019 del Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones, el 91,2% de la población española de 15 a 64 años manifestó haber consumido bebidas alcohólicas alguna vez en la vida, el 75,2% lo había en el último año y el 62,7% en los últimos 30 días.
En este contexto, conviene recordar que el consumo de alcohol provoca daños en todas las estructuras cerebrales. La extensión e intensidad de las mismas se relacionan con la cantidad de alcohol consumida, la forma de consumo, el grado de desarrollo, que es más grave cuanto más jóvenes son los consumidores, y el género. La forma de consumo más dañina es la de los bebedores que consumen el alcohol en la modalidad botellón. En cuanto al género, se ha constatado que las mujeres son más vulnerables a estos efectos neurotóxicos.