La metanfetamina, droga fuertemente adictiva, está disponible prácticamente en cualquier ciudad británica, y, aunque su consumo todavía no está muy extendido, es cada vez más popular en fiestas y discotecas, según el diario ‘The Independent’.

Los responsables policiales británicos se sienten alarmados por su rápida difusión en Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda, y temen que ahora le toca la vez al Reino Unido.

El incremento del número de laboratorios, muchas veces improvisados, donde se fabrica el ‘hielo’ expone a los vecinos al riesgo de explosiones y de gases tóxicos, según la policía.

La amenazada que presenta la cocaína es uno de los temas que debate este martes en Manchester la Asociación de Mandos de la Policía británica, según adelanta el periódico.

La metanfetamina ‘podría popularizarse tanto como el crack a menos que reconozcamos el peligro potencial que presenta y tomemos medidas para impedir su difusión’, advierte el comandante Simon Bray, portavoz de la Asociación.

La policía británica se fija en lo ocurrido en Estados Unidos y Australia, donde hay mientras tanto cientos de laboratorios dedicados a fabricar esa droga sintética, que puede fumarse, tragarse, esnifarse o inyectarse.

Así, en EEUU el número de laboratorios ilegales que la producen pasó de 3.800 en 1998 a 10.200 en el 2003, y se cree que más de doce millones de personas han probado ya esa droga.

En algunas zonas de Estados Unidos, el ‘hielo’ es más popular que la cocaína o la heroína, y algunos la consideran más peligrosa.

Hace unos meses, la Agencia para el Control de Estupefacientes de la ONU advirtió de que la metanfetamina se había convertido en un problema mundial y abogó por un mayor control de los precursores químicos que se utilizan para su producción.