La dispensación de cannabis en las oficinas de farmacia catalanas podría no llegar a ser una realidad. El Ministerio de Sanidad se ha mostrado más partidario de que el proyecto piloto que ha diseñado la Consejería de Salud de Cataluña se lleve a cado en los servicios de farmacia hospitalaria.

No obstante, las puertas no están cerradas del todo para las boticas, a juzgar por las declaraciones del director general de Farmacia, José Martínez Olmos, quien ha explicado a CF que lo que primará en la decisión de aprobación o no de la experiencia piloto y de la participación de las boticas será la evaluación de resultados. Martínez Olmos subraya que están «especialmente interesados en que la metodología que se use garantice la evaluación de los efectos del producto».

La decisión todavía no está tomada y se espera que esta semana ya haya una reunión técnica entre la Consejería de Salud de Cataluña y el Ministerio para comenzar a evaluar el proyecto catalán.

En todo caso, la dispensación de cannabis se hará en forma de experiencia piloto porque la intención es obtener resultados sobre la acción de esta sustancia en los pacientes.

Uno de los motores

La posible exclusión de las boticas del pilotaje ha caído como un jarro de agua fría en el COF de Barcelona, defensor tradicional del uso terapéutico del cannabis e impulsor del proyecto de pilotaje en Cataluña. Según Rafael Borrás, vocal de Farmacología y Drogodependencias del colegio, «el plan diseñado cuenta con las oficinas de farmacia» y su exclusión significaría «negar la participación de un conjunto de profesionales que han sido el motor de esta iniciativa».

«La dispensación en oficinas de farmacia es segura y nosotros estamos acostumbrados a trabajar con sustancias menos seguras que el cannabis como la metadona y los estupefacientes», afirma.

En su opinión, «no es justo para los pacientes ni para los profesionales que no se cuente» con la participación de los boticarios.

Borrás forma parte de la comisión mixta que ha diseñado el proyecto de la Generalitat catalana para la dispensación de cannabis.

En esta comisión están también representados la Consejería de Salud, el Colegio de Médicos de Barcelona y el Instituto Catalán de Farmacología.

Borrás considera que «será complicado que se lleve adelante el proyecto sin contar con las oficinas de farmacia». «Nosotros ya hemos resuelto muchas consultas de pacientes que consumen esta sustancia, con el conocimiento de su médico», concluye.

Las oficinas, en el protocolo

El director general de Planificación Sanitaria de la Consejería de Salud de Cataluña, Rafael Manzanera, ha indicado a CF que las boticas forman parte del protocolo que se va a presentar al Ministerio de Sanidad. «La idea inicial y actual garantiza todas las condiciones de seguridad» en la dispensación de cannabis, señala y explica que el principal objetivo de ambas administraciones es ponerse de acuerdo. En las reuniones se trata de «ver cómo lo podemos hacer conjuntamente y si hay algún elemento de discusión lo miraremos con lupa», indica, y añade que también puede haber soluciones intermedias como que sólo se dispense en algunas farmacias seleccionadas.