«Existen niveles de consumos de drogas. Cuando los hijos están experimentado con el consumo, también cuando el consumo es ocasional», explica la profesional, quien detalla: «La experiencia nos dice que estos consumos no se prolongan. Sin embargo, el probar una droga ya sea alcohol, tabaco, tranquilizantes, estimulantes tipo anfetamínicos u otras como la cannabis (marihuana), cocaína, algunas personas siguen con el consumo y lo hacen habitual en sus vidas. El hecho de que una persona diga «yo consumo solo los fines de semana…» no implica que controle su consumo».

Advierte Barreto que existen tres momentos en el proceso de percibir «que algo está pasando». Primero se «sospecha» por sobre todo de cambios de comportamiento poco usuales en los hijos. Hay que tener cuidado -remarca-, ya que si los hijos están en la etapa adolescente los cambios de humor o del comportamiento son normales durante la adolescencia: es una transición de la niñez a la edad adulta y esto puede confundir.

En un segundo momento -especifica- se observan señales de algunos consumos experimentales por parte de los hijos. Y por último, cuando ya se asume, y se tiene el problema instalado en la casa.

Recomendaciones

Barreto define que si sospecha que su hijo o hija está probando drogas, es mejor actuar antes, prestarle atención y tiempo.

Sería recomendable:

  • Observe su comportamiento; preste atención a sus actividades, demuestre interés y convérsele.
  • Escuche sus opiniones sobre los temas que puedan inquietarle y conózcalo mejor.
  • Infórmese sobre los distintos efectos de las drogas.
  • Hable claramente sobre su sospecha. El esfuerzo que haga ahora en abrir canales de conversación con sus hijos puede hacer una gran diferencia sobre lo que venga.
  • Sería deseable que busque una instancia tranquila y alejada de lo cotidiano para acercarse a su hijo o a su hija y conversar acerca de sus ideas, motivaciones, conflictos o intereses.
  • Si nunca lo ha hecho, quizás necesite aproximarse más de una vez para que su hijo o hija entre en confianza.
  • Si su hijo le confiesa que está consumiendo, busque junto a él una solución que evite seguir en esa situación.
  • Es importante también que los padres sepan que existen los test de drogas que son exámenes de laboratorio que determinan los niveles de drogas presentes en el organismo, generalmente complementan el diagnóstico, no son procedimientos para definir la existencia de adicción.
  • El examen usual para detectar el consumo de drogas es el análisis de orina, el cual permite establecer el uso de sustancias en un pasado reciente. Sin embargo, no puede señalar si la persona estaba bajo la influencia de la droga al momento de la muestra o la severidad de su consumo. También se pueden detectar drogas en la saliva, la sangre, el sudor y el pelo.

Sospecho que mi hijo está consumiendo drogas

Cuando ya se han encontrado otras señales más directas como la posesión de accesorios que tienen que ver con drogas: papelillos, envases de fármacos, pipas y gotas para los ojos. Olor a droga y posesión de esta y la desaparición de objetos o dinero de la casa. Si sospecha que su hijo puede estar consumiendo drogas, no se desespere y recuerde que, con comprensión, podrá ayudar de una mejor manera.

  • Preocúpese de lo que hace y a dónde va. Permita que lleve a sus amigos a la casa y comparta sus actividades.

Si el problema continúa o cree que es demasiado grande como para enfrentarlo solo, busque ayuda especializada, por ejemplo en el Centro Nacional de Control de Adicciones, Dirección de Tratamiento de la Secretaría Nacional Antidrogas (Tel. 554-585), grupos AA y NA, Unidades de Salud Mental de los hospitales regionales.