Apenas unas semanas después de que el gobernador de Texas vetara un proyecto de ley que prohibía productos con THC, los senadores estatales han vuelto a poner el asunto sobre la mesa. Los legisladores presentaron una legislación casi idéntica a la vetada por Greg Abbott en junio, con la que pretenden prohibir la venta de productos derivados del cáñamo que contengan “cualquier cantidad detectable” de THC, el principal compuesto psicoactivo del cannabis. Esto, en pocas palabras, significa que el Estado restringiría el acceso a todas las variantes de este químico, que es el responsable del llamado “colocón” que provoca la marihuana, uniéndose así a una creciente lista de Estados conservadores que en los últimos meses han tramitado leyes similares.

Todo esto es parte de un cambio de rumbo en la política de Estados Unidos sobre este asunto. Después de haber promovido la despenalización y la legalización del cannabis durante años, ahora se intenta restringir el camino, principalmente por parte de los sectores conservadores. No obstante, como pone de manifiesto el proyecto de ley texano, hay divisiones dentro del propio Partido Republicano sobre cómo abordar este tema en concreto.

Leer el artículo completo en elpais.com