La aspartato aminotransferasa y la alanino aminotransferasa, son dos enzimas muy sensibles al daño hepático.

Su aumento es resultado de una alteración mitocondrial y del músculo producida por el alcohol, dado que una de las dos encimas no existe en el músculo.

En el alcoholismo lo importante es el cociente entre la aspartato y la alanino. Cuando es superior a 1,5 es sugestivo de hepatopatía enólica y cuando es de 2 o superior la probabilidad de alcoholismo es muy alta.

El consumo persistente de bebidas alcohólicas altera el metabolismo de las grasas y su trasnporte. El hígado capta los ácidos grasos que transportan las albúminas del suero y sintetiza, en gran parte, triglicéridos.

Para evitar una esteatosis (acumulación de grasa en el hígado), intenta sintetizar lipoproteínas de baja densidad conocidas con las siglas VLDL. El aumento de triglicéridos y de VLDL es un marcador de alcoholismo.

La combinación de los distintos marcadores es la mejor técnica para intentar una mejor aproximación al diagnóstico de los aspectos biológicos del alcoholismo clínico.

En su conjunto la combinación de los marcadores indicados es siempre un indicador global de sospecha que se tiene que acompañar de una historia clínica correcta orientada alcohológicamente en la que no deben faltar los datos aportados por las personas que conviven con el afectado y un médico internista competente o un psiquiatra experto en adicciones.

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José Manuel Torres García