El informe, presentado por la Fundación Areces, sugiere que con esta medida se rebajará la tasa de fumadores en España a niveles de otros países europeos. Sin embargo, el estudio deja claro que la prevención del tabaquismo desde la infancia es la medida más eficaz en la lucha contra el hábito.

El catedrático José María Labeaga, coautor del estudio junto con los profesores Sergi Jiménez-Martín de la universidad Pompeu Fabra y Andrew Jones de la Universidad de York, ha señalado que la entrada en vigor de la Ley antitabaco en España «puede tener cierto éxito» pero puntualizó que «por sí misma, la política restrictiva en esta materia ha tenido poco éxito».

Labeaga apuntó que una subida de dos puntos en el IVA del tabaco «no afecta en gran medida» a los presupuestos familiares) y supone una recaudación extra que podría destinarse a sufragar los tratamientos dirigidos a abandonar el hábito. El presupuesto para financiar los programas de deshabituación del tabaco ascendería a unos 2.000 millones de euros anuales, según calculó el experto.

Insistió en que países como Gran Bretaña o Finlandia donde se ha aplicado una fuerte presión fiscal al tabaco el porcentaje de fumadores se sitúa en un 26%, cinco puntos menos que en España.

La prevención es la medida más eficaz

No obstante, Labeaga defendió la necesidad de aplicar políticas combinadas en materia fiscal, informativa, sanitaria, publicitaria, reguladora y educativa a fin de reducir el porcentaje de fumadores.

En este sentido, señaló que, teniendo en cuenta que la edad media de inicio al tabaquismo es de 13 años en los hombres y 14 años en las mujeres, la educación para evitar nuevos fumadores debe de producirse antes de esa edad.