El Instituto de Estadística de la Comisión Europea, el Eurobarómetro, ha publicado recientemente el informe «Actitudes y opiniones de los jóvenes europeos sobre las drogas», en el que se interpretan las respuestas de alrededor de 8.000 jóvenes de entre 15 y 24 años de quince estados europeos. Las encuestas se han realizado entre el 27 de abril y el 10 de junio de 2002.
En el informe, se analiza si la droga es accesible o no, cuánto y qué tipo de drogas se consumen, qué motivaciones tienen los jóvenes para hacerlo, qué dificultades tienen para dejarlas y qué consecuencias trae su consumo.
Además, mencionan las fuentes de información que tienen los jóvenes para enterarse de los asuntos concernientes a la droga, cómo gestionan las autoridades los problemas derivados de ésta y se sondea la opinión de la juventud acerca de los peligros de cada sustancia.
Con respecto al consumo, los datos muestran que el cannabis es la droga ilegal más consumida por los jóvenes europeos. Así, las encuestas desvelan que uno de cada tres jóvenes preguntados han probado alguna vez cannabis (29%), frente al 8,8% que ha probado una droga diferente al cannabis. El consumo reciente, es decir, el realizado en el último mes, también es mayor en el caso del cannabis, con un 11% frente a un 2,7% que han consumido cualquier otra droga.
Por otra parte, el sondeo del Eurobarómetro relaciona el consumo de tabaco y de alcohol con el de cannabis, ya que muchos de los encuestados que confiesan haber probado o consumen cannabis son a la vez consumidores de las dos drogas legales mencionadas.
Sin embargo, entre los países europeos se dan actitudes notablemente diferentes. Dinamarca y el Estado francés, por ejemplo, tienen porcentajes de un 47% y 45% de los jóvenes que han probado el cannabis. Holanda, Gran Bretaña y el Estado español, por el contrario, encabezan los porcentajes de consumo más altos de drogas ilegales distintas al cannabis.
El estudio, pues, da cuenta de una tendencia, y es que los países del sur, como Grecia, Portugal e Italia, con la excepción del Estado español, parecen estar menos afectados por las drogas que la media europea, si bien advierte que la división norte-sur no es clara.
Otro de los aspectos estudiados por el Eurobarómetro se refiere a la accesibilidad de las drogas. Tres cuartas partes de los encuestados afirman que es fácil hacerse con drogas, sobre todo en pubs, bares y fiestas. Algo más de la mitad añade que tampoco es difícil conseguirlas cerca de sus casas y en los centros educativos.
Según el informe de la Comisión Europea, el consumo de drogas ilegales es ligeramente distinto dependiendo del sexo. Así, mientras que el consumo de tabaco y alcohol es practicamente similar en ambos géneros, el número de chicos que consume cannabis dobla al de chicas (15,2% frente a 7,4%) y es casi un cincuenta por ciento mayor en el consumo de otras drogas (3,3% frente a 2,1%).
Los datos del estudio apuntan, asimismo, que cuanto más corto es el período de estudios de un joven, más propenso es a consumir droga. El Eurobarómetro concluye que esta tendencia puede deberse al mayor poder adquisitivo de los que trabajan sobre los estudiantes.
Asimismo, el informe se percata de que los jóvenes que habitan en las grandes consumen más cantidad y más variedad de sustancias que en las zonas rurales. Esta tendencia es más notable en el caso de las drogas ilegales que no son cannabis.
Otro capítulo del estudio es el que trata las motivaciones de los jóvenes para tomar drogas, así como las dificultades para abandonarlas. La curiosidad es la razón más aducida en casi todos los países, seguida de la presión de los compañeros, la búsqueda de excitación y, en menor medida, los problemas con la familia y la soledad, entre otras. Cabe subrayar que muy pocos jóvenes ven el consumo de drogas como una vía de escape a los problemas o como una práctica marginal. Las principales razones citadas para no dejar la droga son la dependencia (74%) y la falta de voluntad (50%).
El informe de la CE recoge, además, las opiniones «muy claras» de los jóvenes acerca de las consecuencias derivadas del consumo de drogas. Las más citadas son: la dependencia (63%), los problemas con la ley (38%) con la excepción de Holanda, donde sólo lo menciona el 20%, problemas físicos y síquicos (35%) y el peligro de infectarse con enfermedades transmisibles, como el sida o la hepatitis (33,3%). En menor medida, se menciona el suicidio, la prostitución y la pobreza, así como algunas consecuencias «positivas», como el alivio para el dolor y el nerviosismo, y el placer y la diversión.
El análisis de la opinión de los jóvenes sobre el grado de peligrosidad de ciertas drogas viene a confirmar lo dicho en anteriores estudios, es decir, que la heroína es calificada de «muy peligrosa» (88,8%) o «bastante peligrosa» (8,8%). La cocaína y el crack son considerados de gran riesgo por las tres cuartas partes de los encuestados, seguidos del LSD, el éxtasis y la morfina, con alrededor del 65% de los encuestados.
Profesionales y amigos, las fuentes más consultadas
Según el sondeo, la mayoría de los encuestados parece tener una opinión personal bien formada sobre el asunto, lo que les ha inducido a estudiar las fuentes de información de los jóvenes. Más de la mitad de los jóvenes asegura que opta por acudir a un centro especializado en drogas, y un 45% decide consultar a profesionales de la salud. En tercer lugar, aparecen los amigos (35,7%), seguidos por internet (28%), trabajadores sociales (23%) y familiares (20%). La fuente menos consultada es la Policía (6,6%), pues se le ve más en su papel represor que preventivo, según el Eurobarómetro.
El estudio interpreta que estos datos muestran que los jóvenes son realistas y que no se inhiben a la hora de acudir a los expertos en el tema en busca de información. Con respecto a internet, el informe señala que en la medida en que este medio está introduciéndose en nuestras vidas, es posible que en el futuro esta fuente cobre incluso mayor importancia. Entre los estados hay algunas diferencias; en Irlanda, la principal fuente son los amigos y en Holanda, internet. Como enfrentar los problemas derivados de la droga Más expuestos que hace unos años
La Comisión Europea ha tomado en cuenta estudios anteriores sobre el tema y concluye que los ciudadanos están más expuestos a fenómenos relacionados con las drogas que hace unos años. En 1996, por ejemplo, un 14% de los encuestados declaraba haberse visto enfrentado a estos fenómenos (a menudo o de vez en cuando), mientras que cuatro años más tarde, en el 2000, el porcentaje era del 17%.
