El documento analiza por vez primera las muertes que el tabaco provoca entre los no fumadores, y concluye que cada año fallecen en la UE más de 19.000 personas de cáncer de pulmón, enfermedades cardiovasculares, derrames cerebrales y patologías respiratorias asociadas a la exposición al humo de cigarrillos.

El profesor Konrad Jamrozik, de la universidad de Queensland, en Australia, explicó en rueda de prensa que para calcular esas cifras se ha aplicado una fórmula que tiene en cuenta el número de enfermedades atribuibles a la inhalación involuntaria de humo de tabaco, el porcentaje de población expuesta y el riesgo de esa exposición.

Según ese método, en España murieron en 2002 unos 1.500 fumadores pasivos, de los que cerca de 700 fallecieron por enfermedades cardiovasculares, algo más de 500 por derrames cerebrales, 160 de cáncer de pulmón y unos 140 de enfermedades respiratorias.

De la cifra total de fallecidos, algo más de 200 personas eran mayores de 65 años y unas mil no superaban esa edad.

La mayoría (unas 1.200) sufrió la exposición al tabaco en casa, mientras que unas 300 lo hizo en el trabajo.

En la UE, más de 10.000 fumadores pasivos murieron de enfermedades cardiovasculares, unos 6.000 de derrames cerebrales, más de 1.500 de patologías pulmonares y cerca de 1.200 de afecciones respiratorias.

Además, el documento analiza el impacto de las políticas aplicadas en los Estados miembros contra el tabaquismo y concluye que los enfoques voluntarios «no funcionan».

El informe señala que tras Irlanda, Italia y Malta, que ya prohíben el tabaco en todos los lugares públicos, España, Finlandia, Holanda y Malta son los «siguientes países en la fila», al haber adoptado normas que impiden fumar en el lugar de trabajo.

También pone de relieve que el público acoge favorablemente las políticas de espacios libres de humos, e indica que, según una encuesta realizada en España antes de la entrada en vigor el pasado 1 de enero de la ley que prohíbe fumar en lugares de trabajo, el 77% de la población respaldaba la iniciativa, frente al 15% que se oponía.

Además, el 70,5% de los españoles opinaba que la legislación contribuirá a mejorar la salud pública.

Por otra parte, el profesor John Britton, de la Universidad británica de Nottingham, se mostró convencido de que entre 5 y 10 millones de europeos dejarían de fumar si la UE optara por una política comunitaria libre de humos que prohibiera el tabaco en todos los lugares públicos.

El estudio ha sido realizado por la «Asociación por un espacio sin humos», que reúne a la Asociación Europea de Ligas contra el Cáncer, la Sociedad Respiratoria Europea y otras organizaciones.