Vicente Fernández, técnico en drogodependencias de la Mancomunidad de Durango, es uno de los responsables de la campaña informativa sobre prevención de riesgos asociados al alcohol que esta semana se desarrolla en el campus de Leioa de la UPV.
¿Sirven de algo estas campañas?
– Los jóvenes de entre 16 y 25 años están un tanto desatendidos en esta materia.
¿Por qué?
– Es difícil llegar a ellos. Se hacen campañas sobre otras drogas o, tratándose del alcohol, dirigidas a otras franjas de edad.
A esta edad, ¿se da la batalla por perdida?
– Desde luego, hace mucho tiempo que se cambió el «no» por el «piénsatelo». Nosotros no trabajamos por la abstinencia, sino que les informamos para que hagan un consumo responsable y reduzcan riesgos.
El lema de la campaña es «A veces, las cosas no son lo que parecen».
– Los jóvenes creen saberlo todo sobre el alcohol, cuando en realidad manejan una cantidad sorprendente de información errónea.
¿Por ejemplo?
– Están convencidos de que provocar el vómito es la mejor solución para que a un amigo se le pase la borrachera, cuando en realidad pueden causarle la muerte por asfixia.
¿Qué debe hacerse entonces?
– Nunca debe abandonarse a la persona. Hay que evitar que se enfríe, tumbarla de costado para evitar el ahogo, llevarla a casa si está consciente y, si no, llamar a una ambulancia.
¿Cómo ve usted todos esos «trucos» para despejarse antes y poder conducir?
– No sirven de nada. Ni tomar café, ni la ducha, ni hacer ejercicio. El alcohol sólo se elimina con el paso del tiempo.
Aún así, cogen el coche.
– La mitad de los accidentes se deben al alcohol. Y lo que pocos saben es que dos de cada tres fallecidos van de copiloto.
¿Ponen su vida en manos de un amigo?
– Es sorprendente comprobar cómo muchos jóvenes ni siquiera se han planteado este tema.
¿En qué sentido?
– Ellos no conducen si han bebido, pero se montan con alguien que sí lo ha hecho sin recapacitar.
¿Cómo están respondiendo a la campaña?
– La aceptación está siendo muy positiva, más de lo que esperábamos. Seguramente, porque no les decimos lo que tienen que hacer. Nos limitamos a informar.