Resumen: Diversas drogas son analizadas según las patologías que desarrollan a nivel ocular. Este trabajo pretende mostrar que, desde la mirada de un médico especialista, puede construirse mucho en la prevención y tratamiento de las adicciones. Los conocimientos adquiridos en las diversas especialidades deben ser utilizados como un importante instrumento para el combate a la enfermedad: el diagnóstico precoz.




El ojo es un órgano que no funciona con autonomía, es susceptible a reaccionar ante agresiones en otras áreas de nuestro cuerpo.

Los sistemas nervioso y vascular son vitales y los ojos no permanecen indemnes a la mayoría de las agresiones o patologías que perjudiquen estos sistemas, sean infecciosos, inflamatorios, tumorales o tóxicos.

En este estudio se revelan las profundas alteraciones a nivel ocular que suceden en las intoxicaciones por sustancias como el alcohol, tabaco, cocaína, cannabis, etc. y que pueden llevar a la pérdida completa de la visión.

Se pude ayudar a muchos pacientes mostrándoles las consecuencias que tendrá que enfrentar, por los efectos devastadores en la visión; indicando el tratamiento adecuado y orientándolos a procurar centros especializados para el tratamiento de adicciones.

Cuando la consulta se realiza ya con una perdida acentuada de la visión y mostrando el posible camino final, la ceguera, difícilmente el paciente se recusa a la orientación.

El paciente siempre debe ser informado y orientado. Conocer a fondo el problema es la manera más fácil de conseguir la adhesión al tratamiento de recuperación.

La mayoría de las drogas más utilizadas tienen sus efectos en los ojos, sea a través de una simple hiperemia conjuntival (ojos rojos), sea por alteración en el tamaño de las pupilas (midriasis – miosis) o bien alteraciones en la calidad de la visión por alteraciones en la retina, nervio óptico, líquidos intraoculares, aumento de la presión intra-ocular, etc.

En muchos casos existe la posibilidad de reversión de los síntomas, en otros, dependiendo del tipo de droga, tiempo de uso, patologías instaladas (hemorragias en retina), la pérdida visual puede ser total (ceguera) y permanente.

ALTERACIONES OCULARES PROVOCADAS POR EL USO DE ALGUNAS DROGAS.


Se considera tóxica a cualquier sustancia capaz de causar daños a la salud, sea por su naturaleza intrínseca, o aún siendo un medicamento, por sus efectos colaterales. Los efectos tóxicos de las sustancias, drogas o medicamentos, se pueden manifestar de dos maneras, acción tóxica directa o acción tóxica indirecta, por idiosincrasia del huésped.

Un medicamento puede tornarse tóxico si es usado por mucho tiempo o si se ultrapasa determinado limite en su dosis. El medico debe tener siempre presente, los efectos colaterales provenientes del uso de un medicamento o de la ingestión de cualquier sustancia, de modo voluntario o involuntario.

Los síntomas siguientes son sugestivos de efectos tóxicos en la retina:

  • Visión turbia o nebulosa.
  • Percepción de colores, alucinaciones.
  • Alteraciones del sentido cromático.
  • Trastornos de adaptación a la luz o a la oscuridad.
  • Disminución progresiva de la visión.
  • Fotopsias, micropsias.
  • Escotomas positivos.
  • Alteraciones del campo visual.
  • A partir de la existencia de sólo ½ g/l. de alcohol en sangre, todo individuo presenta:

  • Reflejos oculares lentos.
  • Retardo del tiempo de reacción visual.
  • Disminución del campo visual, con la consecuente dificultad de la percepción de obstáculos laterales.
  • Disminución de la calidad de la visión nocturna (nictalopía).
  • De lo expuesto hasta aquí es dable extraer algunas conclusiones: la Universidad, en su misión de educar no puede desconocer la magnitud y alcances de la problemática de la drogadicción sobre todo en su faz clínico-institucional.

    Para ello es menester revisar algunas pautas existentes dentro de las prácticas institucionales, por estar algunas de ellas basadas en ciertos esquemas conceptuales que obturan el conocimiento e impiden exportar beneficios reales e imprescindibles a la sociedad.

    En el presente trabajo he tratado de demostrar que un especialista, puede colaborar en el combate a las adicciones, así como pueden hacerlo Neurólogos, Cardiólogos, Otorrinolaringólogos, Psiquiatras, Dermatólogos, etc.

    En épocas de epidemias debemos colocar toda la capacitación a favor de la resolución de la problemática indiscutiblemente ya instalada.

    Los efectos provocados por varias de las sustancias son estudiadas en el trabajo completo.

    Firmado: Dr. Ricardo Arturo Nassif

    Médico Cirujano – Oftalmólogo

    República Argentina – 2003