Los adolescentes se enfrentan a la realidad cotidiana desde una perspectiva nueva en cuanto a la toma de decisiones se refiere, ya que se distancian progresivamente de la normativa de los padres para estar más en consonancia con la identificación del grupo. Es el grupo quien influye en la configuración del código de valores del adolescente. Este debe decidir por sí mismo, resolver problemas, dar sentido a su vida, ser feliz, para ello necesita un código de valores que oriente su vida y la llene de sentido. Desde este planteamiento, el adolescente va a responder a las diferentes situaciones de la vida teniendo en cuenta un código de valores hecho propio.

Es cierto que el consumo de drogas obedece a múltiples factores, entre los que cabe apuntar los valores existentes en la cultura, sociedad, familia, grupo, centro docente y evidentemente los valores propios. Pero mucho de lo que se publica sobre la adolescencia es escrito por quienes dejaron atrás su juventud. Los adolescentes no disponen de muchos medios a través de los cuales puedan exponer sus ideas. Por ello, lo que se sabe de los adolescentes tiene sesgos de adultez cuando no de senilidad. En este sentido, conviene conocer qué piensan los adolescentes sobre los valores y de las drogas.

Investigación

La investigacion llevada a cabo en Burgos a los adolescentes escolares sobre los valores, las drogas y su interrelación, aporta datos de interés para reflexionar sobre la relacion drogas- valores en adolescentes. En este estudio aparecen unos resultados que convendría contrastar con nuevas investigaciones. Aquí se recogen los resultados más relevantes.

Referente a los valores psicobiológicos (salud, limpieza, amistad, alegría/ilusión, autocontrol, autoestima, armonía interior, lo ecológico), la alegría/ilusión, amistad, salud y lo ecológico son los valores más estimados. La autoestima ocupa el último lugar. Se aprecia un predominio estimativo de los valores afectivos (alegría/ilusión y amistad) frente a los valores de desarrollo (autoestima, armonía interior, y autocontrol) que son menos estimados. Los valores psicobiológicos son más apreciados por las mujeres que por los varones.

De los valores morales (responsabilidad, dirigir tu vida, lealtad, independencia, perseverancia, obediencia, honestidad, ahorro, y trabajo) prevalecen los valores morales innovadores (dirigir tu vida y responsabilidad). Estos valores son más apreciados en las variables sexo y edad a partir de los 16 años; durante los 14 y 15 años los valores prevalentes son dirigir tu vida y trabajo. También aquí las mujeres aprecian más los valores morales que los varones.

Entre los valores sociales (tolerancia, igualdad, paz, generosidad, liderazgo, vida cómoda), la paz y la igualdad son los valores sociales innovadores más apreciados, sin embargo, el liderazgo, como valor innovador, ocupa el último lugar en la cadena jerarquizadora. Como en los valores anteriores, la mujer aprecia más los valores sociales que los varones.

De los valores estético-intelectuales (sentido crítico, sabiduría, imaginación, buena educación, belleza/armonía) , la belleza/armonía es la más apreciada, mientras que el menos apreciado es el sentido crítico. Los valores estético-intelectuales son más apreciados por las mujeres que por los varones, excepto la imaginación.

Los valores transcendentes (fe religiosa y sentido de la vida) son los valores menos apreciados entre las diferentes clasificaciones de los valores. La variable sexo es significativa ya que las mujeres aprecian más la fe religiosa que los varones, mientras éstos aprecian más el sentido de la vida que las mujeres.

Por lo que se refiere al consumo de drogas, hay que destacar que el consumo de tabaco no está generalizado en la población estudiantil de estas edades tal como se viene afirmando en los medios de comunicación ya que el 44,6% de la población encuestada no fuma. El alcohol , por el contrario, está más generalizado pues en número de abstemios en la población estudiantil encuestada es de 30,6%. El porcentaje de experimentadores de drogas no integradas es irrelevante, excepto el cannabis que es de un 24,4%. Se observa que los varones han experimentado más drogas no integradas que las mujeres. El consumo de tabaco y de alcohol es ligeramente superior en los varones que en las mujeres.

Valores y Drogas

Por lo que se refiere a la relación valores y drogas, destacan los aspectos que a continuación se recogen:

Valores psicobiológicos. Tanto entre los no consumidores como consumidores de drogas integradas y no integradas prevalecen los valores afectivos de amistad, alegría/ilusión, mientras que en los no consumidores o abstemios de cualquier tipo de drogas prevalecen los valores vitales de salud y lo ecológico, esto no quiere decir que los consumidores de drogas desprecien los valores vitales. Se observa que el consumo de tabaco y de drogas no integradas está en proporción inversa con los valores psicobiológicos. En cuanto al alcohol, los consumidores altos postergan los valores psicobiológicos, excepto el valor armonía interior; no ocurre lo mismo por parte de las mujeres. El supuesto que a mayor consumo de alcohol menor aprecio de los valores psicobiológicos se confirma sólo parcialmente en la variable edad.

Valores morales. Existe un predominio de los valores morales innovadores dirigir tu vida y responsabilidad tanto entre los no consumidores como entre los consumidores de drogas integradas y no integradas. No hay diferencias que permitan discriminar los índices de consumo con la estimación de los valores morales. Se observa que cuanto mayor es el consumo de alcohol (varones consumidores altos) y de drogas no integradas más decrece la presencia de los valores morales.

Valores sociales. La paz es el valor preferido por los no consumidores tanto de drogas integradas como de no integradas, mientras que el valor liderazgo es el menos apreciado. Los fumadores altos aprecian menos los valores sociales que los no fumadores, excepción hecha del liderazgo, sin embargo hay que señalar que entre los porcentajes obtenidos no existen diferencias importantes entre los valores que eligen los colectivos de fumadores y de no fumadores. En cuanto al alcohol, los varones abstemios expresan un alto aprecio por los valores sociales, mientras que entre los consumidores altos decrece el grado de estimación hacia los valores sociales. Por lo que respecta a las drogas no integradas se observa que los experimentadores aprecian menos los valores sociales que los no experimentadores.

Valores estético-intelectuales. El valor más apreciado independientemente del consumo o no consumo de las diferentes drogas es la belleza/armonía, mientras que el menos apreciado es el valor del sentido crítico. Sin embargo, hay que señalar que los varones abstemios de alcohol aprecian más los valores estético-intelectuales, por el contrario, los consumidores y consumidoras altos aprecian menos tales valores. En cuanto a las drogas no integradas, los no experimentadores estiman más los valores estético-intelectuales que los experimentadores, excepto los valores de sentido crítico e imaginación.

Valores transcendentes. Ya se ha dicho anteriormente que el valor de fe religiosa es más apreciado por las mujeres que por los varones, mientras que el sentido de la vida ocurre lo contrario sean o no abstemios o consumidores de drogas integradas y no integradas. El supuesto que a mayor consumo de drogas integradas y no integradas menor aprecio de los valores transcendentes se observa en el valor de fe religiosa, sin embargo ocurre lo contrario respecto al valor del sentido de la vida. Se constata que a medida que se avanza en edad, tanto en los datos globales como en los resultados de las diferentes clases de consumo, desciende el grado de interés por el valor de la fe religiosa.

Conclusión

En el caso concreto del estudio realizado en Burgos, aparece:

1. Respecto a los valores psicobiológicos, es de notar que el consumo de tabaco está asociado predominantemente a los valores afectivos (amistad, alegría/ilusión), mientras que el no consumo está relacionado, además, con los valores vitales de salud, y lo ecológico.

2. En cuanto a los valores morales, se observa que los varones consumidores altos de alcohol aprecian menos los valores morales que los abstemios. Los experimentadores de drogas no integradas en la variable sexo también aprecian menos los valores morales que los no experimentadores.

3. Los valores sociales. La paz es el valor social más apreciado por los no consumidores de drogas integradas y no integradas, mientras el liderazgo es el menos apreciado.

4. Referente a los valores estético-intelectuales los varones no consumidores de alcohol aprecian más dichos valores que los consumidores altos. También los no experimentadores de drogas no integradas en la variable sexo aprecian más los valores estético-intelectuales que los experimentadores.

5. Respecto a los valores transcendentes, la fe religiosa es más apreciada por los no consumidores que por los consumidores de tabaco, alcohol y drogas no integradas en la variable sexo y edad. El fenómeno contrario se observa en el valor del sentido de la vida.

Es deseable la realización de estudios posteriores similares para compararlos con los resultados aquí expuestos, a fin de identificar qué valores actúan de factores de protección al no consumo de drogas y qué valores actúan como factores de riesgo de consumo de drogas y en qué contextos, así como conocer las diferencias y semejanzas entre los diferentes estudios.

Todo ello facilitaría la tarea educativa de los padres, del profesorado y otros agentes socioeducativos a la hora de ayudar a los adolescentes a clarificar sus valores y a decidir libre y responsablemente el consumo o no consumo de drogas. Igualmente aportarían datos interesantes para la intervención en prevención de drogodependencias y la educación en valores.

Fdo.: Fabian Moradillo
Doctor en Filosofía y Profesor de Filosofía y Ética en el I.E.S. «Comuneros de Castilla» de Burgos