Nota: artículo publicado en idpc.net

Con las muertes por sobredosis de opiáceos alcanzando máximos históricos por todo Estados Unidos, y la Comisión de la Casa Blanca pidiendo declarar el estado de emergencia, muchos están buscando nuevas soluciones a la adicción y la sobredosis.

Pero una propuesta popular en algunos círculos -la ampliación del uso de los tribunales de drogas- no es la solución perfecta que algunos hacen ver.

Los tribunales de drogas son una vieja idea. Creados en los años 80 para agilizar los excesivos registros de los tribunales derivados de la guerra contra las drogas, han disfrutado ya de una gran cantidad de fanfarria y financiación de ambos lados del pasillo político. Pero a pesar de las buenas intenciones que a menudo los sostienen, son una solución defectuosa.

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