Padres y expertos en el ámbito de drogas consideran que el nuevo test que hoy llega a las farmacias españolas para detectar el consumo de drogas a través del sudor y de la orina entorpecerá el diálogo con los hijos. El detector permite a los progenitores conocer si sus hijos han tenido contacto con estupefacientes aplicando este test en ropa sudada o sumergiéndolo en orina del consumidor sospechoso durante tres minutos.
El director general de drogodependencias y SIDA de la Generalitat, Joan Colom, aseguró hoy a Europa Press que este tipo de productos «no son el mejor mecanismo para conocer la realidad de nuestros hijos». «Convertir a los padres en detectives de sus hijos no es la mejor
estrategia para prevenir el consumo de drogas».
En este sentido, Colom abogó por «dialogar con los hijos y mantener un buen punto de contacto con ellos, sin necesidad de que los padres pierdan su papel de padres y se conviertan en sus amigos». «Para poder comunicarse con los adolescentes se ha de ser coherente y dialogar de cara y no de espaldas», advirtió.
Colom señaló que éste no es el primer producto que llega al mercado español para detectar la existencia de estupefacientes en el organismo, aunque en este caso, a diferencia de los anteriores, «se
pondrá al alcance de toda la población». Los centros de tratamiento a drogadictos ya utilizan de forma habitual un detector en orina y un
parche que, aplicado en una zona del cuerpo, permite advertir del consumo de drogas.
NO DETECTA LA CANTIDAD
Por su parte, el vocal del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona en materia de drogas, Rafael Borràs, señaló que este
detector es «cualitativo y no cuantitativo», ya que advierte de si
«se han consumido drogas» pero no de «la cantidad». Borràs, que
mostró sus reticencias ante el nuevo test, destacó a Europa Press la limitación de este producto, ya que en caso de dar un resultado positivo «siempre deberá confirmarse con una prueba de laboratorio».
Para Borràs, este tipo de detectores no facilitan el diálogo que en su opinión debe existir entre padres e hijos, más aún si se trata de «plantear un tema de drogas», señaló. Este test, bastante
extendido en Estados Unidos, incentiva «el control policial» por parte de los padres, actitud que en su opinión «no es la adecuada a la hora de enfocar este tipo de cuestiones», añadió.
El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona (COFB) ya ha informado a los titulares de los establecimientos a través de un comunicado que esta mañana se colgó en la red interna. Además, este colegio profesional advirtió en un comunicado que «este producto no se comercializa únicamente en farmacias sino que puede distribuirse a través de cualquier punto de venta».
DIFICIL QUE EL HIJO LO RECONOZCA
En la misma línea se posicionó la vicepresidenta de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Catalunya (FAPAC), Lola Abelló, quien aseguró a Europa Press que este tipo de productos no «aportan demasiado y no favorecen la comunicación que siempre debe existir con los hijos».
Desde la FAPAC, que representa a las asociaciones de padres de colegios públicos, son partidarios de que «el diálogo con los hijos no se rompa y que sea el mismo afectado quien reconozca el problema», según Abelló. «Aunque el padre conozca la adicción de su hijo si éste no reconoce que está enganchado a las drogas es muy difícil que empiece un programa de rehabilitación», señaló.
El nuevo test, que a partir de hoy pueden solicitar las farmacias españolas y otros centros de venta, llega a España de la mano de Arifarm Business S.L, empresa especializada en la distribución de
productos de farmacia. El detector, que cuesta 60 euros, es de un sólo uso y advierte de la existencia de sustancias ilegales en el organismo como anfetaminas, cocaína, opiáceos y cannabis en sólo tres
minutos.