El catedrático de Psiquiatría del Departamento de Medicina Legal de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), Miguel Casas, considera que «si se confirman las previsiones» los efectos derivados del consumo de drogas de diseño «serán, después del SIDA, una de las grandes pandemias que afecten a la población juvenil» por las consecuencias de tipo psiquiátrico que pueden derivarse de la ingesta de estas sustancias. Miguel Casas, quien pronunció una conferencia en el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Alicante sobre «Tratamiento asociado al consumo de drogas de diseño», indicó que el «gran problema de las drogas de síntesis es que castigan poco a corto plazo».

No obstante, resaltó que en investigación animal se ha detectado lesiones «que pueden llegar a ser irreversibles» en los sistemas de neurotransmisión cerebral que intervienen en los procesos psíquicos básicos, como el humor y la orientación, y también en los procesos cognitivos superiores que es el pensamiento. Así mismo, estos estudios revelan que existe la posibilidad de que puedan alterar la capacidad de controlar impulsos básicos, lo cual, a su juicio, «crea un panorama muy preocupante».

En este sentido, explicó que a medio plazo estas drogas pueden provocar la aparición de depresiones, parkinson irreversible, cuadros de gran ansiedad e intentos de suicidio. El doctor Casas también aseveró que jóvenes de dieciséis años que comiencen consumiendo estas sustancias estupefacientes pueden manifestar los síntomas en diez años y que cabe la posibilidad de que se generen problemas sociales e individuales como incapacidad para el estudio, para adaptarse a una disciplina de trabajo, baja tolerancia a la frustración o agresividad, fracaso escolar y cuadros psicóticos, entre otros.

RULETA RUSA

En cuanto al plazo de tiempo en el que puedan presentarse estos efectos o la cantidad de sustancias que puede producirlos, comentó que depende de la vulnerabilidad que cada individuo tenga ante ellas, por lo que no descartó que determinadas personas puedan verse afectadas con una única toma de drogas de diseño. Casas comparó el consumo de estas sustancias con «una ruleta rusa, en la que si se te dispara la pistola puede desembocar en un cuadro psicótico o depresivo». Por ello incidió en que «no me sorprendería, aunque pueda parecer exagerado», si pudieran producirse estos efectos por tomar estas sustancias una sola vez, aunque apuntó que «cuanto menos se abusa, menos riesgo».

Además, el catedrático de Psiquiatría hizo hincapié en que la droga de diseño «más consumida» por los jóvenes es la metaanfetamina, una sustancia que calificó como «un verdadero demonio y un auténtico peligro» porque puede consumirse también por vía intravenosa. Otro de los riesgos destacados por este especialista es que este tipo de sustancias «se hacen en una roulotte o en un garaje y cualquiera sabe lo que puede salir de ahí».

De este modo, señaló que en muchas ocasiones los consumidores no saben qué droga están tomando o cómo ha sido manipulada, al tiempo que expuso que «bajo la capa de las pastillas de éxtasis y sus derivados, suele haber metaanfetamina, que es vendida como éxtasis». Por último, consideró que no puede realizarse una estimación de las personas afectadas por este tipo de sustancias porque «no hay datos», ya que se desconoce el número de personas que consuman drogas de diseño, aunque apuntó que «hay muchos que ven este tipo de sustancias» como posibles causantes de los casos de «violencia absurda y de la agresividad» en determinados ambientes.