El Parlamento de Navarra abrió ayer el debate del proyecto de ley que ha elaborado el departamento de Salud del Gobierno de Navarra para reducir la influencia social del tabaquismo tras rechazar la enmienda de devolución del texto que había presentado el PSN. La iniciativa socialista no sumó el apoyo de ningún otro grupo: UPN, EA-PNV y CDN votaron en contra e IU, Batzarre y Batasuna (estos dos últimos partidos forman ahora el grupo mixto) se abstuvieron.

Desde el Grupo Socialista, la parlamentaria Elena Torres reiteró el compromiso del PSN con las medidas destinadas a combatir los efectos sociales y sanitarios negativos que se derivan del consumo del tabaco, pero señaló que, a su juicio, el proyecto de ley del Gobierno es «innecesario, porque se limita a copiar diversas normativas estatales». Torres afirmó que el consejero Santiago Cervera «ha utilizado este tema para poner en marcha una campaña más de imagen, pero aún no ha ofrecido a la sociedad ningún dato sobre los resultados de la aplicación del Plan Foral contra el Tabaco hoy vigente».

«El tabaquismo es uno de los principales problemas de salud pública y requiere respuestas globales y multisectoriales, que sirvan, además, para hacer frente a los intereses de la industria tabaquera, pero este proyecto es puro humo», dijo Torres. La parlamentaria socialista destacó también que «las pocas novedades que presenta se pueden interpretar más como un ataque a los fumadores que como medidas de protección, ya que apuesta por la restricción antes que por la eficacia».

En la defensa del proyecto, Cervera aseguró que «no se fundamenta en una acusación de culpa hacia los fumadores, sino en un enfoque global del problema». En este sentido, citó las tres estrategias que conforman el conjunto de medidas: prevenir la edad de inicio del consumo del tabaco contrarrestando las estrategias de captación de las tabaqueras, ayudar a la deshabituación normalizando la asistencia sanitaria para la cesación tabáquica y proteger al no fumador con espacios sin humo.

«Es un proyecto necesario, coherente con las recomendaciones de los organismos internacionales en materia de salud y comprometido políticamente», afirmó Cervera, quien admitió haber recibido numerosas presiones de los sectores industriales relacionados con la industria y distribución del tabaco. De hecho, acusó al PSN de «haber asumido la defensa de esos intereses particulares» en el contenido de varias de las enmiendas parciales presentadas al proyecto de ley. «Se persigue un futuro más saludable y más libre», concluyó.

El planteamiento del PSN no tuvo eco en ningún otro grupo parlamentario, aunque portavoces como Isabel Arboniés o Begoña Errazti reconocieron que varios de los argumentos que esgrimió en el debate Elena Torres podían ser acertados, pero consideraron más importante que Navarra cuente con una normativa reguladora y apostaron por introducir mejoras en el debate del proyecto en la Comisión de Salud.

Arboniés (IU) admitió que el texto mantiene «un tono antipático», pero insistió en la necesidad de una ley «cuando las evidencias son mortales y se pueden aplicar medidas que rebajen el número de muertes prematuras». En las mismas tesis, insistió Errazti (EA-PNV), quien destacó que el proyecto del Gobierno «no es tan incorrecto ni tan innecesario como mantiene el PSN». «El tabaco es peligroso y sus efectos afectan a la salud del que fuma y del que no», dijo. Andrés Basterra (CDN) apoyó el texto del Gobierno, que consideró «bueno y trabajado». Desde el grupo mixto, Félix Puyo (Batasuna) coincidió con buena parte de las críticas del PSN al proyecto, pero aclaró que no apoyarían su enmienda «porque este partido participa de la dinámica contra la izquierda independentista». «El tabaquismo hay que examinarlo desde la prevención, no desde la represión», dijo. Y Milagros Rubio (Batzarre) aprovechó el debate para denunciar «la doble moral, que persigue el humo del tabaco, pero no los humos de otras grandes empresas contaminadoras» y recordó que «hay otras drogas ilegales que están en manos de mafias, lo que ocasiona muertes como las de siete personas en Pamplona en los últimos días».

EL CONTENIDO DEL PROYECTO


REGULACIÓN Y PREVENCIÓN

El proyecto de ley veta la venta de tabaco a los menores de 18 años (ahora el límite es 16 años), reduce los lugares de venta, impide todo tipo de patrocinio y comunicación comercial de este producto y, como medida directa sobre el consumidor y quienes padecen de forma pasiva tal hábito, extiende la prohibición de fumar a un amplio listado de espacios cerrados (con techo), entre los que figura cualquier recinto laboral compartido por dos o más personas. En todo caso, se acepta que los centros implicados dispongan un lugar para que los trabajadores que fuman puedan seguir haciéndolo. Es, además, la primera normativa específica sobre tabaquismo que se elabora en el Estado. Fruto de que la premisa de este proyecto radica en la prevalencia del derecho a la protección de la salud de los no fumadores sobre el derecho a fumar, la prohibición atañe, en sentido genérico, a espacios educativos, sanitarios y de ocio, incluido el comercio. Otros de los recintos afectados son, por ejemplo, los centros comerciales cerrados, las salas de espera en estaciones de autobuses, trenes y aeropuertos; los medios de transporte público colectivo, los ascensores y otros espacios pequeños de escasa ventilación. El proyecto también contiene medidas de prevención (campañas informativas, programas en centros escolares, planes municipales, etcétera) y de ayuda a quien quiera dejar de fumar. En ese sentido, se facilitará el acceso a las terapias farmacológicas de eficacia demostrada, financiando incluso tratamientos que no contempla el régimen común. Por ejemplo, los conocidos chicles y parches tendrán el mismo tratamiento que cualquier medicamento amparado por el Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea. Asimismo, se activarán programas de abandono del tabaco en el ámbito penitenciario y se promoverá la consideración del consumo en la evaluación de los riesgos en el puesto de trabajo. Igualmente, se propone una multa de entre 50 y 500 euros por fumar en lugar prohibido. El régimen sancionador, con multas de hasta 500.000 euros, prevé infracciones graves y muy graves.