En los últimos 20 años, el consumo de drogas ilícitas y las respuestas al mismo han cambiado sustancialmente en Europa.

Cerca de 50 millones de personas en la UE (el 20% de la población de 15 a 64 años de edad) han probado el cannabis al menos una vez en su vida, casi el doble de la cifra de hace 10 años. A pesar de una prevalencia relativamente alta, el impacto del consumo de cannabis en la sanidad pública parece bastante bajo y se concentra en la minoría de grandes consumidores. En algunos países se ha registrado un mayor número de afectados que solicitan ayuda ante problemas relacionados con el cannabis. Aunque este aumento refleja en parte una mayor prevalencia, el consumo entre estos afectados suele darse en un marco más amplio de dificultades personales o sociales.

Si bien el debate político actual se centra en la despenalización y la legalización (o no), el reto para la sanidad pública consiste en desarrollar enfoques creíbles de la promoción de la salud, la reducción de daños asociados a las drogas y el tratamiento en el contexto actual, en que existe una amplia disponibilidad de cannabis y su consumo en contextos recreativos se considera inocuo en amplios sectores de la juventud en general.

Al contrario que el cannabis, la prevalencia del consumo masivo problemático de drogas, a saber, heroína, crack o drogas inyectadas, es baja (1 a 1,5 millones, cerca del 0, 5% de la población de la UE entre 15 y 64 años), pero el impacto en la sanidad pública es muy elevado. La mayoría de fallecimientos y enfermedades infecciosas (VIH/SIDA, hepatitis B y C, tuberculosis) asociados a las drogas se dan en este grupo. La prevalencia global en la UE del consumo problemático de drogas, que se había estabilizado en los últimos años, está cambiando. La cocaína, especialmente el crack, ha adquirido mayor importancia en algunos países, mientras que la heroína ha disminuido. En otros, el consumo de heroína, sobre todo fumada, ha aumentado.

El consumo problemático de drogas plantea grandes retos a la sanidad pública. Del 50 al 80% de los consumidores de drogas por vía intravenosa sufren hepatitis C lo que implica importantes costes sanitarios e indica que la contención de la extensión de enfermedades infecciosas entre los drogodependientes por vía intravenosa (y a partir de ellos) es una prioridad. En la última década se han planteado varias respuestas. Además del tratamiento sin drogas, más de 300.000 sujetos de la UE reciben actualmente un tratamiento de sustitución. El sólido vínculo existente entre el consumo problemático de drogas, la privación y la marginación social implica que las respuestas individuales deben asociarse a una acción social más extensa en relación con problemas más amplios de ámbito comunitario.

El consumo de drogas de síntesis (éxtasis y anfetaminas) y cocaína ha aumentado de forma significativa en los últimos 10 años, sobre todo entre personas de 15 a 30 años. Los niveles de consumo son superiores a los de la heroína, pero mucho más bajos que los de cannabis. A diferencia de la heroína, la mayor parte del consumo se produce entre grupos socialmente integrados en entornos recreativos. Aunque casi siempre el consumo es intermitente, una minoría sustancial asociada a un uso regular “recreativo” pueden correr el riesgo de sufrir consecuencias adversas en el terreno social y para la salud.

Los retos que afronta la salud pública son complejos. El consumo de estas drogas forma parte a menudo de un consumo más extendido de varias drogas (alcohol, benzodiazepinas). Y los contextos en que se consumen estos estupefacientes son propios de estilos de vida juveniles extendidos, que son explotados y reforzados por intereses comerciales (comercialización de ropa, música). En muchos países las respuestas han pasado de la supresión de los festivales a medidas más pragmáticas de reducción de los daños asociados (salas de descanso, pruebas con pastillas). Sin embargo, queda mucho por hacer para superar los retos planteados por las nuevas pautas de consumo de drogas de la última década.

Firmado: Richard Hartnol

Artículo publicado originalmente en Drugnet Europe nº 35