Como bien dice el titulo del artículo, este es un servicio de dispensación de metadona, dentro de lo que se han venido a llamar programas de disminución de riesgos asociados al consumo de drogas por vía parenteral (inyectada), como también serían los programas de intercambio de jeringuillas, programas de mantenimiento con heroína, los programas de intercambio en prisión, etc. Estos programas empezaron a implantarse hacia el 92 y más concretamente las unidades móviles un poco más tarde, aquí en Cataluña se pusieron en marcha por la aglomeración que se daba en los CAS (Centros de Atención y Seguimiento) y a todas las personas que estaban inscritas en un programa de metadona y que no seguían a rajatabla las directrices dadas por los centros, los que eran denominados como de baja exigencia, los derivaron a estas unidades móviles. En la actualidad existen dos unidades, el bus Intermunicipal de Badalona, Sta. Coloma y Hospitalet y el del Ayuntamiento de Barcelona, que es en el que nos centraremos. Este programa está subvencionado por el Plan Municipal de Acción sobre drogas de Barcelona, y lo gestiona la empresa privada GENUS.

Desde que el programa está en marcha hemos tenido diferentes tipos de vehículo; en estos momentos disponemos de una Autocaravana acondicionada para dispensar metadona y en la cabina trasera unos asientos laterales a modo de “sala de estar”.

Algo básico y esencial en todo programa de reducción de riesgos es un equipo multidisciplinar; el nuestro está compuesto por Educadores, Enfermeros, Psicólogo y psiquiatra, y un Agente de Salud (persona con experiencia propia en el mundo de las drogas con una formación específica, que es quien escribe este artículo).

Nuestro equipo trabaja desde la perspectiva de reducir riesgos para prevenir daños, desde la horizontalidad, de persona a persona, no juzgamos a la persona si decide consumir, es su elección; si consume que sea en las mejores condiciones higiénicas posibles. La persona es quien decide si quiere dejar de consumir o no (hay personas que no pueden dejar de consumir) y en base a la demanda nosotros ofrecemos todos los recursos a nuestro alcance. El número de personas inscritas en el programa ronda las trescientas cincuenta personas provenientes de diferentes Centros de Asistencia y Seguimiento; no todas vienen cada día, unas un día a la semana y se le dan siete dosis, una para cada día, diríamos que estas personas son las “más normalizadas” acuden a todas las visitas de seguimiento con psicólogo y psiquiatra en sus respectivos CAS, hacen controles de orina (frecuentemente negativos), diríamos que simbolizan el “usuario ejemplar”. Otras personas vienen dos veces por semana, son las que están “en camino de la normalización” acuden a casi todas las visitas, hacen algún que otro control de orina, dan algún positivo de vez en cuando, pero más o menos “van tirando”. Por último están los que vienen cada día, que serían los de “baja exigencia” aquellos que no tienen casi ningún contacto con el centro de referencia, no hacen controles de orina y la mayoría tiene problemas de policonsumo (metadona, cocaína inyectada, alcohol, benzodiacepinas, etc..). Suelen ser los más desestructurados, tienen problemas de salud, como hepatitis, sida o tuberculosis; problemas judiciales, multitud de causas pendientes, problemas familiares, sociales… Aproximadamente un 80% de los usuarios tienen un estilo de vida bastante normalizado y solo el 20% tiene problemas añadidos. Dentro de estos el más habitual es el consumo de cocaina inyectada. Vemos a mucha gente enganchada con la coca inyectada, algunos son consumos semanales, otros diarios. Dado que la cocaína inyectada tiene un efecto muy alto al principio que desaparece tras unos minutos es frecuente el fenómeno de la compulsividad: volver a inyectarse una y otra vez durante todo el día.

Hay otros factores determinantes, anteriormente citados, que generan problemas, como el contexto (exclusión social, causas judiciales, acoso policial, etc..) el sujeto (la persona y su entorno familiar, su salud, ..) y las propias drogas (con un alto grado de adulteración, precio elevado debido a la prohibición, etc.).

Nuestro bus tiene establecidas cuatro paradas en diferentes puntos de la ciudad, situadas estratégicamente para intentar cubrirla y que sea accesible a todos. Pasamos dos veces por día por cada parada, una por la mañana y otra por la tarde. El tiempo de estancia en cada una es de treinta minutos y estimamos un promedio de tres minutos por persona para la dispensación de MTD. En principio el único objetivo de la Unidad es la mera dispensación de MTD, pero intentamos llevar a la práctica otras intervenciones, como:

Programa de Educación Sanitaria para el cumplimiento de tratamientos farmacológicos de patologías orgánicas y psíquicas asociadas

Este programa pretende reforzar el cumplimiento correcto de tratamientos farmacológicos indicados por el Servicio Sanitario, Tuberculosis, Hepatitis, Sida, ..

Programa de educación sanitaria para la reducción de riesgos

El objetivo de este programa es ofrecer a los usuarios de los servicios las herramientas necesarias para favorecer una disminución en sus prácticas de riesgo: informar y formar a los usuarios en diferentes talleres, actividades, como talleres de técnicas de inyección higiénica, de sexo más seguro, de atención a sobredosis, etc..

Programa de integración socio-laboral

El objetivo es acercar a los usuarios a los servicios existentes y que puedan ser de su interés para mejorar su calidad de vida.

Programa de intervención familiar

Este programa pretende abrir un espacio de comunicación con la familia del usuario, para reforzar el proceso asistencial y que oriente las problemáticas que puedan surgir en el entorno familiar.

Programa de intervención comunitaria

El objetivo es mantener una plataforma de trabajo viva con las entidades y servicios presentes en cada Distrito del entorno de los puntos de parada, Bienestar Social, Asociaciones de vecinos, Policías Municipal, Nacional, Mossos dEsquadra, etc.., cuantos más actores intervengan mejor beneficio para la Comunidad en general.

Además intentamos ofrecer un servicio de tratamiento personalizado y acompañamos a las personas que necesitan ayuda para ir a cualquier servicio o recurso prioritariamente sanitario, acompañamos en un principio para que le sirva de arranque a la persona a acudir a las visitas programadas, y no se apalanque, y conseguir que acuda solo. Nuestro equipo lleva un directorio de fichas de cada persona del programa donde se anotan los datos más importantes, para que cuando se haga una intervención personal se mire la ficha e inmediatamente saber como está la persona, de salud, de causas judiciales, de familia, etc..

Otro aspecto a señalar del equipo, es el tener en cuenta la valoración y opiniones de los usuarios para el desarrollo y confección de cualquier estrategia de intervención dirigida a ellos mismos.

Modestia a parte, creo importante destacar que el papel de Agente de salud que yo ejecuto en este equipo desde el conocimiento y la proximidad con los usuarios del servicio es un elemento innovador que favorece y mejora el contacto entre el equipo de atención y las personas que son asistidas. La inclusión en los equipos de atención de drogodependencias de usuarios y exusuarios formados suele redundar en una mejora en la captación de pacientes y en las actividades orientadas a mejorar su salud y calidad de vida. Para ello simplemente es necesario establecer unas reglas consensuadas y unas funciones del agente de salud bien definidas, que nuestro equipo ha sabido poner en marcha. Animamos a otros equipos a incentivar este tipo de colaboraciones y quedamos a su disposición para cualquier aclaración.

Firmado: Pera Manera

Consumidor de drogas, socio de Grup Igia, agente de salud de la Unidad de dispensación de metadona del Ayuntamiento de Barcelona.