El secretario estadounidense de Sanidad, Tommy Thompson, será nombrado presidente del Fondo Mundial contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, con sede en Ginebra, según afirmaron fuentes de una organización estadounidense para la lucha contra el sida. Thompson, sin embargo, conservaría sus funciones al frente del sistema sanitario estadounidense, según la misma fuente.

El Departamento de Sanidad no confirmó dicha información. «El secretario Thompson será elegido presidente del consejo del Fondo Mundial contra el Sida, tras la iniciativa del presidente George W. Bush para combatir la enfermedad, que se ha puesto del lado del Fondo», declaró Asia Russell, responsable de la organización Health Gap, muy crítica hacia la iniciativa estadounidense anunciada el pasado martes.

Varias organizaciones para la lucha contra el sida se felicitaron por el anuncio de Bush de la entrega de 10.000 millones de dólares en cinco años para luchar contra la epidemia, aunque alarmándose por la tendencia estadounidense a privilegiar la acción unilateral en los países más afectados por el sida, especialmente en África, por encima del apoyo a las organizaciones internacionales que llevan años combatiendo la enfermedad. «Si Estados Unidos compra la presidencia (del Fondo Mundial contra el Sida), éste podría al menos usar dinero real», añadió Russell.

Este Fondo pide alrededor de 3.000 millones de dólares anuales a Estados Unidos, aunque Washington actualmente participa con unos 200 millones. La iniciativa estadounidense anunciada el martes prevé 1.000 millones de dólares en los próximos cinco años para este fondo, lo que dobla la contribución. La idea del Fondo Mundial surgió en junio de 2001 a iniciativa del secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, durante una cumbre extraordinaria de la ONU celebrada en Nueva York, y fue constituido en enero de 2002.