El coordinador técnico de Drogodependencias de la Junta, Pablo de Francisco, presentó ayer su informe anual a la Comisión Técnica Provincial, en cuya relación figuran 210 personas que solicitaron tratamientos por consumo de sustancias psicoactivas en Segovia durante 2002.
Casi la mitad de los 175 casos que iniciaron tratamiento por primera vez, 79 personas (el 42,4%), son internos del Centro Penitenciario de Perogordo; entre los otros 96 casos, 35 ya fueron atendidos en ocasiones anteriores. El alcohol es la primera causa de tratamiento, ya que supone el 47,5% de las admisiones ambulatorias, pero en los casos del Centro Penitenciario la primera causa, el 91%, es el consumo de heroína.
Estos datos, aportados por los equipos del Distrito de Salud Mental y el Centro de Atención a Drogodependientes de Cruz Roja, corresponden a quienes fueron atendidos por consumo de drogas en los centros de la provincia que se ocupan de la atención sanitaria a drogodependientes.
Alcohol y estudios
En la asistencia ambulatoria, según los datos del coordinador provincial, el alcohol es la sustancia que motiva mayor número de tratamientos con 59 casos en 2002. El perfil medio del paciente alcohólico se corresponde en la provincia con el de un varón que ha comenzado a beber en torno a los 19 años, y que tras 27 años de consumo inicia su tratamiento con una media de 46 años. Se observa que la mujer alcohólica que ahora se somete a tratamiento ha comenzado a beber más tarde, en torno a los 25 años, y busca atención sanitaria unos veinte años después, hacia los 45.
Por el nivel de estudios, el informe anota que la mayoría de los casos de alcohólicos (el 60,5% en 2000 y el 75% en 2002) tiene estudios primarios o no llegó a aprobar la primaria. En la estadística destaca también que en los últimos tres años más de la mitad de las personas con problemas por consumir alcohol trabajan con contratos indefinidos o son autónomos.
El delegado territorial de la Junta, Javier Santamaría, comentó al término de la reunión que, aparte de analizar los datos, la comisión realizó un seguimiento del desarrollo de los programas de atención por las distintas administraciones y organizaciones no gubernamentales que colaboran con la Junta en el cuarto Plan Regional sobre Drogas. Así, la comisión pudo hacer una primera valoración sobre los sectores sociales en los que inciden los distintos programas y acordó que sus miembros «intercambien el máximo posible de información para que no haya un solapamiento a la hora de tratar el mismo problema en el mismo estrato social». Santamaría destacó también «la labor importantísima de los médicos de familia para detectar los problemas de drogodependencias y derivar los casos al centro donde mejor se pueden atender».