El consumo de alcohol provoca alteraciones cerebrales irreversibles en los adolescentes, según un estudio que desarrolla la Fundación Valenciana de Investigaciones Biomédicas (FVIB) con la colaboración de la Conselleria de Bienestar Social, que también indica que una «borrachera» es más peligrosa para el cerebro que un consumo crónico, que perjudica más al hígado.
Ésta es una de las primeras conclusiones de un proyecto de investigación sobre alteraciones cerebrales que causa el alcohol, tanto en el cerebro en desarrollo como en el adulto, que desarrolla el laboratorio de Patología Celular de la FVIB, junto con la Dirección General de Drogodependencias.
Según este estudio, facilitado a la agencia EFE, las dificultades de aprendizaje, pérdida de memoria, hiperactividad, problemas para relacionarse con los demás son algunos de los síntomas del daño causado por el alcohol en el cerebro de las personas que se encuentran en proceso de crecimiento debido a la pérdida de neuronas, un daño irreversible ya que estas células no se regeneran.
Alta tasa de consumo
El 60% de la población adulta española consume habitualmente alcohol y algo más del 20% de los jóvenes de entre 14 y 18 años también lo hace, lo que sitúa a España en el séptimo lugar del consumo mundial.
El consumo de alcohol ocasiona graves consecuencias en el organismo humano: al hígado y al sistema nervioso.
La directora de la investigación, Consuelo Guerri, aseguró que una intoxicación aguda, una «borrachera», es «más peligrosa para el cerebro que un consumo crónico, que siempre perjudica más al hígado».
El motivo, según Guerri, es que el alcohol ingerido en pequeñas cantidades provoca alteraciones en las células cerebrales, mientras que la intoxicación causa irremediablemente la muerte de una gran cantidad de neuronas y astrocitos, algo que puede derivar en una parada cardio-respiratoria.