Reducir el consumo de tabaco, alcohol y drogas ilegales será este año una prioridad educativa más en 72 institutos de la provincia. Todos ellos aplicarán el programa «Prevenir para Vivir», que además se plantea entre sus objetivos retrasar lo máximo posible la edad de inicio en el consumo de las drogas. Se trata, en definitiva, de trabajar con los alumnos de Secundaria para que desarrollen el autocontrol, la autoestima, la interacción social y la habilidad de oposición en los temas relacionados con las sustancias estupefacientes.

El plan ha sido diseñado por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), en colaboración con las consejerías de Educación y Asuntos Sociales. Para tener aún más incidencia, incluye trabajos que deben realizar las familias de los estudiantes, ya que una de las estrategias de prevención establece que «para empezar a prevenir el consumo de drogas, los padres debemos disponer de información suficiente de esas sustancias y sobre las formas de intervenir para evitar su abuso». En este sentido, distribuirá material de trabajo entre las familias, que se unirá al que recibirán los alumnos y el profesorado que quiera participar en el programa.

Concienciación

Según informó ayer el delegado de Educación de Málaga, José Nieto, los docentes están muy concienciados con esta labor de prevención. «De hecho, nueve de cada diez profesores se sienten más educadores que instructores, lo que lleva a que todos ellos quieran aumentar su formación en prácticas de prevención», señaló. Pero para abundar en la labor de los profesionales es fundamental el papel de las familias. Miguel Ángel Rodríguez, miembro de la FAD, incidió ayer en este punto y relató algunas fórmulas de actuación en materia de droga para que resulten preventivas. Estas pasan por establecer normas que regulen la conducta de los hijos y mantener una disciplina razonable pero firme. «Cuando los chavales llegan a la adolescencia su tendencia al inconformismo puede hacer difícil mantener las normas, pero para manejar esta situación sugerimos que se actúe con claridad, voluntad de negociación y mucha paciencia», explicó.

Alumnado

El objetivo del plan es llegar al cien por cien de los alumnos de ESO en los próximos cuatro años y trabajar con ellos en los ámbitos afectivo, intelectual y social. La delegada provincial de Asuntos Sociales, Ana Paula Montero, ofreció algunos datos acerca del uso de estupefacientes, que en los últimos años ha descendido, a excepción del cannabis. También señaló que la edad de inicio en el consumo de tabaco es a los 15 años.

El programa «Prevenir para Vivir» se aplicará tanto en los centros públicos como en los concertados mediante una guía didáctica, cuadernos de actividades y cursos. Todo ello encaminado a favorecer el desarrollo madurativo de los alumnos de entre 12 y 16 años.