Introducido como un suplemento nutricional, la tetrahidrogestrinona (THG) realmente es «una nueva droga inapropiada», según ha informado la FDA (agencia estadounidense que controla los fármacos y alimentos en ese país). A partir de ahora, la venta de este producto está prohibida y se procesará a cualquier compañía que la fabrique o la comercialice.

«El THG es un producto puramente sintético derivado por una modificación química de otros esteroides anabolizantes, la gestrinona y la trenbolona, que también están prohibidos por la Agencia Antidroga de los Estados Unidos», ha apuntado la FDA en su declaración hecha pública esta madrugada.

Esta agencia cree que el empleo de THG pone en riesgo considerable la salud de quienes la consumen. Esta sustancia, que no se detecta a través de un análisis de orina rutinario, fue descubierta este verano durante el análisis del contenido de una jeringuilla aportada por un entrenador de atletismo que permanece en el anonimato. Ahora, ya con la disponibilidad de tests útiles para comprobar la presencia de este producto, las organizaciones deportivas quieren volver a someter a los atletas a nuevos análisis y decidir qué penas se les impondrán por su empleo.

Varios atletas estadounidenses de renombre, entre ellos la velocista Kelly White y los jugadores de béisbol Jason Giambi (Yankees) y Barry Bonds (Gigantes), junto con el campeón europeo de los 100 metros lisos, Dwain Chambers, figuran en una lista de 40 deportistas citados para testificar ante un gran jurado federal que está investigando este nuevo escándalo de dopaje.

La compañía californiana que fabrica THG, Bay Area Laboratory Co-Operative, no ha hecho ninguna declaración oficial sobre el tema ante los medios de comunicación.

La regulación de los esteroides anabolizantes es confusa e inconsistente. Otros precursores de la testosterona (hormona masculina), están clasificados como suplementos nutricionales y se venden sin ningún problema. Un ejemplo de esto es la dehidroepiandrosterona, más conocida por sus siglas DHEA, que tiene las mismas propiedades sobre el organismo y efectos secundarios similarmente peligrosos. Durante muchos años, se han llevado a cabo esfuerzos por parte de las autoridades gubernamentales para prohibir o restringir otras sustancias que los atletas consumen.

Los esteroides anabolizantes pueden ayudar a incrementar la musculatura rápidamente pero también la pueden atrofiar, además de producir daño en el riñón, las arterias y aumentar la presión sanguínea. También son responsables de la masculinización de las mujeres al provocar el creciemiento del vello y genitales; incluso pueden dar lugar a infertilidad o impotencia en los hombre disminuyendo la producción de testosterona.

Por su parte, el director de la Comisión Médica del Comité Olímpico Internacional (COI), Patrick Schamasch, ha declarado que «vamos a poner en juego todos los medios de que disponemos para disuadir a los tramposos». Además ha prometido que en los Juegos Olímpicos de Atenas habrá un 25 o un 30 por ciento más de controles que en los de Sydney de 2000.

Para el Dr. Schamasch, «los esteroides y otros estimulantes a base sobre todo de cafeína descubiertos estos últimos meses son consecuencia de la aplicación de controles cada vez más estrictos». «Lo más importante», explica, «es que tenemos actualmente la prueba de enfrentarnos a una organización criminal que crea sustancias dopantes con el único objetivo de aumentar fraudulentamente la masa muscular y los resultados de los atletas, además de lucrarse de paso. Estas gentes son como narcotraficantes».