Los alijos de esta sustancia crecen en el estuario del río, acceso habitual de cargamentos de hachís, por la presión policial en el Estrecho
El 10 de marzo de 2020 la Guardia Civil irrumpió en un chalé de Trebujena (Cádiz), donde cuatro personas estaban a punto de embarcarse rumbo a Marruecos para traer a España un cargamento de hachís. Con su detención —y la de otras 47 personas— se desarticulaba una incipiente organización dispuesta a ocupar el hueco dejado por los clanes que reinaban en el Guadalquivir. También se confirmaba una sospecha asentada entre los grupos antidroga: que el cauce del viejo río estaba siendo utilizado para introducir cocaína. En esta operación, bautizada como Dóberman, en la que participaron 300 agentes, se incautaron 1.255 kilos de esta sustancia.