Los ministros de Interior, Ángel Acebes, y de Sanidad, Ana Pastor, han suscrito un acuerdo de colaboración para desarrollar actuaciones dirigidas a prevenir los accidentes de tráfico y a paliar sus consecuencias. Entre los nuevos sistemas que se pretenden implantar habrá algunos que permitirán detectar el consumo de drogas y alcohol en los conductores.

Acebes no especificó qué clase de métodos se utilizarán para detectar especialmente la presencia de drogas en el organismo de los conductores, pero insistió en que este proyecto se pondrá en marcha lo antes posible.

Este acuerdo contempla la mejora en la coordinación entre los distintos servicios de asistencia, la reducción de la respuesta de los servicios de emergencia en caso de accidente y actuaciones educativas especialmente dirigidas a los jóvenes.

El acuerdo suscrito hoy tendrá una vigencia de cuatro años y durante ese tiempo se hará público un estudio sobre la mortalidad por accidente a 30 días y se elaborará otro sobre los tiempos de atención al siniestro. Además, ambos ministerios piensan elaborar un «Protocolo de vigilancia de la salud de los conductores profesionales» y realizar cursos e informes sobre la repercusión de ciertos medicamentos sobre los conductores.

PREVENCIÓN DEL SIDA EN CÁRCELES

Pastor recordó que los accidentes de tráfico constituyen un importante problema de salud pública, ya que cada día se lesionan en el mundo 140.000 personas, 3.000 mueren y más de 15.000 quedan incapacitadas por esta causa.

Los dos ministros suscribieron también un acuerdo de colaboración para tratar de prevenir la aparición y difusión del sida en las cárceles. Este protocolo prevé la ejecución de programas de intercambio de jeringuillas y la formación de personal especializado para que asesore en centros penitenciarios.

Sanidad destinará un presupuesto de 750.000 euros a este programa. El intercambio de jeringuillas ya se aplica en todas las penitenciarías, a excepción de la Puerto de Santa María I, centro en el que todos los internos están clasificados en primer grado.

El Gobierno está satisfecho con la evolución del sida en las cárceles puestos que los casos de infectados pasaron de 7.180 en 1998 a 5.635 en 2003, con lo que la incidencia de la enfermedad ha parado del 5,2 por mil al 2,3 por mil.