Más de 1.300 personas fallecieron en Escocia a lo largo de 2020 debido a sobredosis o consecuencias derivadas de la adicción a drogas y medicamentos, según ha informado este viernes la agencia de estadísticas en lo que supone un récord — por séptimo año consecutivo — de estos decesos desde el comienzo de los registros en este ámbito.

Escocia es el país líder de Europa en ese ámbito con 21,2 muertes por cada 1.000 habitantes, una cifra tres veces y medio más alta que el resto de Reino Unido. Los 1.339 fallecidos de 2020, además, suponen un número un cinco por ciento más alto que el registrado en 2019.

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